Al Parecer La Paz Nunca Fue Una Opción [Boku no Hero Academia]

I

"¿Estas segura de que no quieres ingresar a UA?"

"Cien por ciento, lo de salvar gente y hacer ejercicio no es lo mío."

Era el día del examen de ingreso y Shinsou no podía estar más nervioso, estaría solo sin su apoyo moral y emocional, aún que el problema no era tanto de si quedaba o no en la clase de héroes, era más bien el hecho de que su mejor, y única, amiga no estudiaría en la misma preparatoria que él. Temía que encontraras a alguien más y que por culpa de la brecha de tiempo lo reemplazaras y terminaras su amistad.

"..."

Ver su cara de sufrimiento no hizo más que darte tristeza, aún que quisieras no podías permitirte tirar a la basura todo tu esfuerzo de mantener una vida normal. Prometiste mantener el contacto y no abandonarlo bajo ninguna circunstancia.

"Hola jóvenes ¿Van al examen de ingreso?"

Lo que parecía ser una rata o un oso polar en miniatura, les pregunto nada más llegar a la puerta de entrada. Te resultó raro pues no recordabas que el director recibiera a los estudiantes personalmente.

'Oh no, no, no. Que no sea algún tipo de cliché, que no sea algún tipo de cliché...'

Rezando a todos los dioses, le respondiste que solo tu amigo entraria y que solo ibas de apoyo moral.

"Ya veo, es una lástima. Siento que eres alguien poderosa, ¿Estas segura de que no quieres intentarlo? Yuei estaría encantada de recibirte."

"Me halaga, pero no gracias. Quiero vivir una larga vida en paz."

Susurraste en nórdico antiguo la última parte, una de las ventajas de que tus familiares hablasen por tradición una lengua muerta era que no muchos, por no decir todos, pueden entender lo que dices.

"¿Estas completamente segura?"

"Si."

"¿Es eso así?"

"Si."

"¿Cien por ciento?"

"Señor, si no se detiene llamaré a la policía."

"Es realmente una pena, desperdiciar un increíble potencial."

"No mienta, señor."

Al pequeño ¿Roedor? No le quedó de otra más que dejarte en paz al ver que, fiel a tu palabra, ya te encontrabas marcando a la policía.

"Bien, ahora sí. HitoHito"

"¿Si?"

"Faltan cinco minutos para el examen."

El nerviosismo parecía regresar al sistema límbico del joven. Formaste tus manos en puños y los alzaste hasta tu cintura, sacudiéndolos un poco en señal de apoyo, luego le indicaste que cerrara los ojos.

"Concéntrate."

"Me concentro."

"Y relájate."

"También me relajo."

"Muy bien, recuerda que no importa en qué curso estés, lo importante es que ingreses a la-."

"¡Sasara!"

Con un sorpresivo abrazo el muchacho te interrumpió, la sonrisa que te dio fue más que suficiente para que algo dentro de ti revoloteara.

"Ya me voy."

Shinsou nunca admitirá que el tinte rosado que adorno sus mejillas fue de felicidad al tenerte en sus brazos. Ajeno a ustedes un montón de futuros estudiantes, un par de profesores (incluyendo al director) y unas cuantas parejas fueron testigos de aquella inocente despedida.

"¡Te estaré esperando!"

Te quedaste mirando un par de segundos la gran puerta por donde se había ido Shinsou, una inmensa alegría cruzó tu cuerpo, ver a tu mejor amigo cumplir su sueño era algo que no pudiste hacer en tu antigua vida.

"¡Ren! ¿¡Por que no podemos ser como esa pareja!?¡Siempre eres frío conmigo!"

"¡Eso es porque siempre miras y coquetas con otros chicos!"

Una discusión a un par de metros te saco de tus pensamientos, observarse divertido cómo ambos se intentaban sacar los ojos. No llevabas ni dos horas y ya habías causado nuevamente problemas, muchos dirían que eres la culpable en esta ruptura, a lo que responderias con una gran sonrisa y un saludo de tu dedo corazón. Reiste un poco antes de buscar un lugar para sentarte y esperar a tu ojeroso amigo, más no encontraste ninguna banca para sentarte y caminar hacia otro lugar no era una opción, ir y venir de un lugar a otro te quitaría tiempo (lo que provocaría una pequeña depresión a Hitoshi al no verte allí). Por lo que simplemente te sentaste en el suelo y comenzaste a tejer un par de guantes de lana en forma de pata, en tu vida pasada tejias a crochet y eso no cambiaría aún estando en otra dimensión, en un cuerpo completamente distinto.

"¿Estas completamente segura?"

Soltaste un grito ante la aparición de la molesta bola blanca, estaba parado a tu lado con los brazos en alto intentando parecer adorable para que aceptaras su oferta.

"Si, el ejercicio y la acción no van conmigo."

"Pero haces gimnasia artística desde los seis años."

"Irónico ¿Ciert-? ¿Como sabes eso?"

Te alejaste con desconfianza del roedor, el aura de flores y brillitos fue reemplazada por una oscura y malvada, lo que te hizo chillar un poco.

"¿Estas... completamente...segura?"

"¿Si?"

"...Pues no lo creo."

Con una fuerza sorprendente agarro tu pie y te arrastró hacia dentro de su institución, no le importaron tus gritos ni tus patadas, nada parecía perturbarlo. Los civiles que presenciaron el secuestro estuvieron de acuerdo al pensar que parecía una escena sacada de una película de terror.

Dejaste de luchar cuando aceptaste el hecho de que no había manera alguna de que te dejará libre, en cambio decidiste admirar el paisaje y las instalaciones, también aprovechaste de saludar a uno que otro héroe que pasaba. Finalmente llegaron a la que parecía ser su oficina, cosa que tu espalda agradecía, ser arrastrada por las escaleras era más doloroso de lo que pensabas.

"¿Y bien? ¿Me dirás el motivo de mi secuestro?"

"¿Quieres té?"

"No."

Viste como se preparaba una taza con la mayor paz y tranquilidad que existía, como si no acabase de cometer un delito momentos antes. Realmente querías golpear a esa rata.

"Verás soy extremadamente observador y subseptible a la mayoría de las cosas. Veo en ti un gran potencial que estás apunto de desperdiciar, de ahi es mi insistencia a que asistas a Yuei."

"¿Y...?"

"Bien me atrapaste, Yuei ha tenido un ojo puesto en ti hace tres meses."

"Espera, momento, un segundo. Dime qué no comenzarás con un cliché de fanfic, de que tengo un increíble Quirk y que básicamente podría dominar el mundo y que me pondrás en la clase de héroes. Por que si es así me suicidio aquí mismo."

"..."

"..."

"¿Que comes que adivinas, jovencita?"

"Me voy."

Te levantaste rápidamente y abriste la puerta a una velocidad que bien podría romperla, más no pudiste dar un paso más debido a que te estrellaste con lo que parecía ser un pecho masculino, uno bastante musculoso debías de admitir.

"¡Fire Force, no la dejes ir!"

Dicho hombre te aprisiono en el momento justo en el que lo empujaste y diste un paso fuera de la oficina.

"¡Exijo mis derechos de libertad!"