☘︎Un desastre lindo

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Había temporadas donde mis estados de ánimo iban hasta el fondo de un pozo que parecía interminable conforme pasaban los días. Tenía bloqueos constantes qué interferían con mis actividades diarias, las personas cercanas a mí estaban acostumbradas y trataban de no presionarme y darme mi tiempo.

Este mes de forma extraña llego ese sentir... Lo peor del caso es que tenía una entrega importante para una galería.

- Deberías descansar, no vas a lograr nada así. - me dijo mi mejor amiga Michelle que estaba sentada en una esquina de la habitación viendo la "pintura" que estaba a punto de iniciar.

- Debo entregarla para antes que termine la siguiente semana y apenas llevo el boceto. - Dije frustrada tirándome al suelo mientras miraba los botes de pinturas en el suelo.

- Date tiempo, por hoy sal a inspirarte... Chance consigas salir por un momento de esta face.

No dije nada, abrace mis rodillas posando mi cabeza en estas y mirando aquel cuadro vacío, tal como mi mente. Mich solo rió al verme y se levantó de donde estaba, se acercó y me dio una palmada en el hombro.

- Mañana pasaré para ver como va el avance.

Comento y se quedo unos segundos mirando el cuadro para después irse de la habitación. Mis ojos solo iban a la ventana tratando de calmar mi frustración, sin embargo no pude.

- Dios... Dame paciencia. - murmure levantándome del suelo y tomando un bote de pintura, lo abrí y lo arroje al suelo, así con los demás, el suelo era un desastre, las paredes salpicadas y el cuadro... Ni se diga, se taparon los trazos de la parte de abajo.
Lo bueno es que la sala se veía más colorida.

Suspiré pesadamente viendo lo que había causado, definitivamente debía calmarme, fui al baño para cambiarme de ropa y salí del edificio.
No me fije en nada más que la ropa, grave error; la gente me miraba raro y no entendía el porque, no era tan tarde pero tampoco tan temprano, pero ya no había mucha gente en las calles. Llegue a un pequeño parque, al lado había una tienda y pase por ahí, compre un bote de helado y unas galletas; me senté en una banca del lugar y contemple el paisaje, conforme metía cucharada tras cucharada del helado sentía como una melancolía abundaba en mi interior, en mi mente solo pasaban las imágenes del lugar atardeciendo.

- Esto no se ve nada bien. - escuche una voz masculina cercana, gire mi rostro curiosa. Mis ojos se abrieron al ver un pañuelo extendido hacia mí.

- ¿Disculpe? - Dije en voz baja, ¿me había manchado de helado? Estaba equivocada, él solo rió y señaló los ojos, confundida toque mi cara y me asuste al sentir mis mejillas húmedas.

- ¿Estabas llorando y no te habías dado cuenta? Ja, que tonta. - dijo el hombre acercando el pañuelo a mi cara y secando las gotas, unos instantes después se sentó en la banca extendiendo sus brazos en el borde de ésta. - Si vas a sentirte miserable, mínimo deberías hacerlo en un lugar cálido, aquí te congelaras.

Dijo con un tono neutral, no denotaba molestia ni alguna otra pizca de emociones. Quería contestarle pero no tenía ganas de discutir, nuevamente me lleve una cucharada de helado sintiendo como mi vista se nublaba un poco, sentí un nudo en la garganta.

- Vaya día ¿eh? - nuevamente hablo el hombre mirándome de arriba a abajo. - ¿Acaso un troll te ayudo a arreglarte? Dios, tienes pintura en tu cabello y en tus manos. Al menos combina con tu ropa, de lo contrario sería un crimen para la moda.

Solté una pequeña risa al escucharlo hablar, solte un suspiro suave y mire al cielo.

- No es bueno contener una emoción. - dijo para posteriormente acercarse y poner atención en mí. - Habla, te escucho.

Phillip Graves/ headcanons y one shortsOnde histórias criam vida. Descubra agora