•\\Hijo de un psicópata//• ~((Emilexy))~

capítulo 5

Alexy: Quiero asesinar a alguien...

Su mirada se llenó de brillo y una sonrisa apareció en su rostro al escuchar lo que dije. Pero para mí era preocupante el hecho de que de mi boca hayan salido esas palabras que sentenciaban la vida de alguien, yo no quería volver a asesinar, pero algo dentro de mí sí.

Sparta: Pues, hazlo, no tienes por qué contenerte.

Habló calmado, como si esto se tratase de un juego o de una actividad que no tenía tanta importancia, pero yo no quería tener que asesinar a alguien nuevamente así que se lo hice saber.

Alexy: Aunque quiera a la vez no quiero acabar con la vida de un ser vivo que no me ha hecho nada.

Sparta: ¿En serio no te ha hecho nada?

Asentí con la cabeza.

Sparta: Déjame decirte que si sientes la necesidad de hacer desaparecer a alguien es porque algo te ha hecho, no importa si crees que fue por una minoría, ya que, si te hace querer hacerlo no es una minoría y debes hacerlo.

Negué con la cabeza y dirigí mi vista hacia el retrovisor.

Alexy: Papá no estaría de acuerdo. Él me entiende y no le gusta que las personas sean lastimadas.

Sparta: ¿Entonces por qué mataste a aquel chico sin piedad alguna?

Alexy: Defensa propia.

Sabía que lo que dije era mentira. En realidad fui movido por el odio y rencor que tenía contra él, además que quisiera meterse con Emiz era imperdonable. Mamá dirigió su vista al frente.

Sparta: Matar no es la única forma de hacer desaparecer.

Arrancó y comenzó a avanzar en dirección a casa. Esas palabras rondaron por mi cabeza durante un largo tiempo. Matar no es la única forma de hacer desaparecer. ¿A qué se refería? Llegamos a casa y comenzó a preparar el almuerzo, yo me dirigí a mi habitación a hacer mis deberes y comenzar a pensar en lo que me había dicho. Luego de un par de minutos mamá llamó para almorzar, me dirigí a la mesa y me senté a comer.

Sparta: ¿Entonces, qué tienes en mente?

Dijo mientras servía mi plato.

Alexy: Nada.

No quería que el tema siguiera vivo. Mamá se sentó al otro lado de la mesa y luego puso una caja de cigarrillos enfrente de mi. Esto me desconcertó mucho.

Sparta: Yo sé que entenderás muy pronto.

Sonrió. No podía comprender aún. ¿Por qué me estaba dando una caja de cigarrillos? O más importante. ¿De dónde saco esa caja de cigarrillos? Y ¿Para qué la uso? Simplemente dejé la caja en donde la dejó mamá y comencé a comer.

Llegada la tarde aquella caja seguía ahí. No había querido tomarla y mamá no la había movido de su lugar. Estaba pasando al lado de la mesa porque me apeteció ir por un vaso de agua cuando la vi, seguía ahí mismo. Decidí tomarla de una vez por todas. Si mamá dijo que me podría servir entonces la usaría. Regresé a mi habitación para preparar la mochila para el día siguiente. Acabé de hacer aquello y noté que ya era hora de ir con mi amada. Fui con mamá a avisarle que saldría.

Alexy: Ma, voy a salir.

Sparta: Está bien, pero no tardes demasiado.

Sonrió. Salí de la casa y luego corrí directo al parque para encontrarme con Emiz, al llegar me coloqué en el árbol de siempre. No tuve que esperar demasiado para encontrarme con ella. La vi llegar tranquilamente y esta vez venía con Ruben, el cachorro. Se acercó a mi.