Capítulo 27

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Matteo Anderson

—Basta, este no es mi hijo —me quita las botellas de alcohol.

—¿Y qué quieres que haga mama?, ella se fue, me dejo, me olvido.

—Cariño —me abraza —Sé que la amas, pero no crees que es lo mejor, los médicos dijeron que ella podía sufrir otra contusión y no despertar nunca más.

—Ellos mienten, él solo la quiere alejar, nos quiere distancias.

—Matteo —me mira —Ellos son hermanos, dime si tu hermana hubiera estado en la posición de Bianca ¿Lo alejarías para evitar poner en riesgo su vida o evitar que suceda aquello que todos temen?

Hay mis ojos se abrieron y mi cerebro comenzó a procesar todo, yo también hubiera hecho lo mismo, prefiero alejarla de aquello que la pueda alterar y evitar correr el riesgo que ella no despierte nunca más.

—Sé que ella te olvidó, pero no crees que lo mejor sea que ella vaya recordando a sus tiempos a que sea de golpe —limpia mis lágrimas —El amor es capaz de todo, hasta es capaz de dejar ir a esa persona por su bien, para protegerla.

Eso pasó el día antes que ella tomara el avión a Alemania, la amaba más que nada y por ese mismo amor la deje ir, pero dolió verla desde la distancia y cuando despego aquel avión supe que ya no había marcha atrás nuestros caminos se habían separado para siempre.

Ya había pasado algún tiempo y las cosas volvieron a ser como era antes de conocerla. 

No voy a mentir el primer año fue el más difícil, había vuelto a mis viejos hábitos y el alcohol era la forma en que ella regresaba junto a mi.

Mi madre fue un pilar fundamental, ella me saco de aquel hoyo que me estaba sumergiendo y me hizo ver las cosas desde otro punto de vista.

Pero a pesar de todo aún no la puedo olvidar por completo, esos sueños de ella y los mellizos siguen apareciendo cada cierto tiempo, a veces me desvelo por las noches pensado en todo aquello y llego a pensar que es la realidad, pero eso solo estaba en mi mente, en mi imaginación.

Llego a él penthouse luego de un día largo de trabajo, los clubes cada vez se expanden y los hoteles que están al nombre de mi madre también.

Desde que deje la oficina central de los hoteles Anderson no he vuelto a ver al abuelo, despues de todo él me había hecho perder todo aquello que le daba color a mi vida.

Miro hacia la habitación que preparamos juntos aún no puedo deshacerme de las cosas de ellos y tal vez nunca lo haga, me dirijo a la habitación de huéspedes, deje de ocupar mi dormitorio, aún están sus cosas en los estantes o en el closet su ropa colgada.

Con ser que a pasado algun tiempo aún no la puedo olvidar, aún siento algo muy profundo por la mujer de ojos color esmeralda, pero ya es tiempo de soltar y dejar ir, debo resignarme a que ella no volverá a mí nunca más a mi vida.

Tomo un baño y me decido trabajar un poco más en mi despacho hasta que una noticia llama mi atención.

Bianca Miller regresa a las pasarelas.

La actual modelo y diseñadora de modas quien se mantenía oculta vuelve aparecer con el estreno de su nueva compañía en Alemania y con nuevas colecciones las cuales están siendo todo un éxito.

Pero no solo se robó la atención sus diseños, sino también las miradas de muchos, su belleza es inigualable y déjenme decirle una fila de pretendientes aparecieron.

Nos avisa nuestra colega que logro llegar a ella, Tiffany estamos contigo.

—Bianca Miller es bueno tenerte devuelta y felicidades por sus nuevos logros —veo como aparece la mujer con la que muchas veces sueño.

Eras todo lo que necesitaba [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora