Embarazo

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Resumen: Pedrí está en cinta, pero no padece ningún síntoma, en cambio su alfa si que los tiene.

Au: Omegaverse

⚽️

¿Conocen el síndrome de couvade? Bueno, Pedri no lo conocía o al menos no estaba tan familiarizado con él.

Hasta ahora.

El síndrome no era nada grave ni de qué preocuparse, pues sólo se trataba de algún tipo de trastorno psicológico que provocaba que algunos alfas tuvieran algunos síntomas del embarazo.

Ferran sin duda estaba pasando por ello.

-Tranquilo, vamos sacalo todo- Murmuró suavemente Pedri, mientras dejaba suaves caricias en la espalda de su alfa, quien se encontraba con la cabeza metida en la taza del baño.

Como ya era costumbre desde hace dos semanas, Ferran no podía ni tomar su desayuno ya que todo le provocaba náuseas.

-Lo siento...- La voz cansada de Ferran apenas y pudo ser audible para el canario, quien tan solo negó y continuó frotando la espalda del mayor.

-No pasa nada, Fer... ¿Te sientes mejor?-

El alfa tan solo asintió mientras se limpiaba la boca con un poco de papel.

-Venga, arriba- Pidió con suavidad, a la par que se levantaba, para así ayudar al alfa.

Torres se levantó con cuidado, pues a pesar de ya sentirse mejor, no quería que las náuseas regresaran.

Una vez de pie tiró de la cadena, para luego recargarse en el lavamanos, tomando un poco de aire.

-Iré por un vaso de agua para ti, lávate los dientes y recuestate, iré enseguida-

-Si...-

Una vez con el asentimiento del valenciano, Pedri salió del cuarto del baño en dirección a la cocina para buscar el vaso de agua.

Por su parte, Ferran tan solo tomo su cepillo para poder lavarse los dientes, esto de las nauseas matutinas comenzaba a ser una tortura, ya se había acostumbrado a no desayunar pues tan solo el olor de la comida le provocaba malestar.

En el mejor de los casos, el olor de la comida no le provocaba náuseas y podía comer un poco de su desayuno, claro antes de terminar con la cabeza metida en la taza del baño vaciando la poca comida que llegaba a su estómago.

Agradecía que aquello sucediera solo en las mañanas.

Terminó de lavarse los dientes rápidamente, sintiéndose mejor una vez que el amargo sabor del vómito al fin abandonó su boca.

Sin más salió del baño y se dirigió a su habitación, la cual compartía con su omega, observó unos segundos el nido que había hecho Pedri para él.

Si, Pedri no había construido el nido para sentirse seguro, mucho menos porque lo necesitará, realmente lo había construido para su alfa, ya que había notado lo ansioso que se ponía el mayor en algunas ocasiones y pensó que tal vez un nido podría ayudarle

Y vaya que lo hizo.

Eran principalmente almohadas y cobijas acomodadas en la gran cama, al igual que un par de prendas de ambos, así como de algunos de sus conocidos más cercanos.

Ferran podía sentirse cómodo en aquel espacio, en sus ratos libres solía pasar un buen rato en la habitación recostado en el nido.

Este día no fue la excepción, se acostó en el nido y tan solo se acurrucó contra la almohada que solía usar Pedri, abrazándola para sentir el aroma de su omega.

A los pocos momentos pudo escuchar la puerta abrirse, rápidamente se levantó notando a su omega, quien llevaba un vaso de agua.

Pedri se acercó hasta él y le entregó el vaso, para luego acostarse a su lado.

Ferran bebió un poco del agua antes de dejar el vaso en la mesita de noche, para así poder acomodarse al lado de su omega, sintiéndose completamente en paz al tener al menor entre sus brazos.

La tranquilidad se respiraba en aquella habitación, los olores de los dos se mezclaban perfectamente, causando que la habitación se impregnara de un aroma agradable, que hacía sentir calma en ambos chicos.

2 meses y medio de embarazo era lo que llevaba el canario, se enteraron hace poco que estaban esperando a su primer cachorro.

Decir que no fue una sorpresa sería mentir, sin embargo tampoco iban a negar que aquella noticia los emocionó a ambos por igual.

Si, puede que aún sean jóvenes, pero sabían que entre ambos harían funcionar las cosas, además contaban con el apoyo de su familias y amigos cercanos.

Puede que quizás el único problema realmente sería el tiempo que Pedri estaría de baja, aunque el canario prefería tomárselo con humor, haciendo bromas respecto a que pasaba más tiempo lesionado que en el campo de juego.

De cualquier forma, sabían que la llegada de su cachorro sólo haría más felices sus vidas, aquel pequeño ser sería muy querido, no solo por sus padres, sino por toda su manada.

A Ferran no le importaba tener que padecer los síntomas de la gestación, de hecho se alegraba de que Pedri no tuviera que pasar por eso, pues de por sí ya era bastante trabajo el hecho de llevar a su cachorrito, así que sufrir un par de meses le parecía justo, claro eso y atender a su omega.

Por otra parte,Pedri no podía estar más feliz de no tener los síntomas molestos del embarazo, a pesar de sentirse un poco mal por su alfa en varias ocasiones, aunque tampoco es como que le molestara cuidarlo.

Ambos sabían que aquel pequeño cachorro era responsabilidad de los dos, por lo que de alguna u otra forma harían que todo funcionará.

A fin de cuentas, ahora serían una pequeña familia.

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