Una mamada

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Recuerdo que era un viernes,no habíamos tenido clase de deportes asi que teníamos dos horas continuas libres.

Entonces decidimos primero ir a la cafetería ya que varios tenían trabajos por terminar;ni el ni yo teníamos que hacerlo pero también fuimos a la cafetería.

Ya estando ahí como era costumbre me senté en sus piernas;sus manos se posaron en mi cintura y me prestó su teléfono para poder jugar.

Con el pretexto de "emocionarme" por el juego me movía sutilmente o incluso brincaba, recuerdo que ese día no me lo quería prestar ya que según el era su único medio de distracción para no concentrarse en mis movimientos.

Así que con más razón me quedé con el celular y me movía,hasta que todos terminaron sus trabajos;el solo me pedía que no lo hiciera y apretaba mis muslos o mi cintura.

Al igual que habia aprovechado para darle varios besos apasionados sintiendo como metía su lengua y sus manos se mantenían en la orilla de mi pans,con la amenaza de meterlas.

Hasta que decidimos que era mejor ir a las canchas por el clima tan frío que había ese día,así que fuimos.

Ya estando ahí como era costumbre el se paraba frente a mi con el fin de tapar el sol,ese día no fue la excepción.

Sin embargo ese día había algo diferente,el que estuviera así frente a  mi y yo sentada me daba para muchos malos pensamientos y exitarme.

Entonces se lo dije
-te das cuenta de cómo se puede mal pensar en como estamos -
-lo note desde la primera vez- respondió.

Y debido a lo que había hecho en la cafetería ya la tenia parada y dura,asi que solo la acariciaba cada que tenía oportunidad y lo veía directamente a los ojos.

Entonces me tomo primero del cuello diciendome -¿te vas a llevar así?-  segura de mi misma respondí que sí.

Entonces me tomo del cuello y me dijo que era lo que pensaba al estar así, simplemente le dije que se me venían muchas cosas a la mente.

Mis caricias en su miembro continuaron y el solo jugaba con mi cabello y mi cuello,me jalaba el cabello quedando aun más erótica la vista.

También acercaba su dedo a mi boca,ya que antes le había dicho que cuando hacía eso me ponía nerviosa y me daban ganas de chuparle el dedo.

Así que más me tentaba acercándolo,lo acercó varias veces y solo habría la boca,pero no lo metía completamente.

Hasta que no resistí más y lo acercó una vez más,y lo metí completamente a mi boca chupandoselo,ví que algo cambio en su mirada;me miraba aún más lujurioso y con deseo.

Después de eso llegó la hora de ir a la clase y no mencionamos nada de lo ocurrido hasta llegar a nuestras casas.

Y fue ahí cuando me dijo lo mucho que le había encantado que hiciera eso.

Relatos eróticos Where stories live. Discover now