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Un lugar de ubicación desconocida se encuentra invadido de varios conjuntos cerrados.
Los conjuntos cerrados son lugares que tienen varias torres de apartamentos, uno al lado del otro. Estás torres tienen los nombres de los sistemas solares en los que habitan los planetas.
Cada uno de estos conjuntos cerrados tienen una zona grande, es como si fuera una especie de lobby, en este se reúnen planetas de diferentes torres para hacer apuestas.
Si ellos pierden la apuesta tendrán que pagar, pero en el caso de que no tengan como dar lo que apostaron tendrán que pagar con otra cosa.
Su vida.
Pasarán a pertenecerle completamente al planeta contra el que perdieron y recibirán el nombre de mininos, junto a un collar que no se pueden quitar y que les recordara a cada segundo de su existencia que solo son eso, mascotas.
Pero hay un planeta especial, diferente al resto, este llevaba una racha de apuesta ganadas alta. Y en el caso de que perdiera solo tendría que pagar y ya, pues este contaba con mucho dinero.
Pero el orgullo y la “emoción” de seguir y seguir apostando lo llevó a apostar contra uno de sus mejores amigos.
Un planeta que era todo lo contrario a el, alguien que según el resto de planetas, sería una víctima más de este planeta especial, el planeta Tierra.
Los planetas iban detrás de el planeta Tierra, porque sabian que si le ganaban serían reconocidos como los mejores, aunque nunca lograban nada.
Seguramente el planeta con el que iba a apostar Tierra perderá también, aunque siempre puede ser diferente.
De todos modos, lo divertido de apostar es tener el riesgo de perder ¿No?
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