¡Especial navidad!

2.5K 204 78
                                    

Vaya próspero día. Toda la base estaba bien decorada, con adornos navideños, luces y más cosas que hacían todo ver tan brillante mientras tú estabas allí, amargada con una mala cara. Tus brazos cruzados sobre tu pecho y cohibida en tu lugar al ver a la gente ir y venir de aquí para allá con cosas para decorar, vaya soldados eran estos totalmente entusiasmados por una festividad así. Bendito sea el espíritu navideño, al menos no habías salido embarazada después de tantas veces que habías sido follada un par de días atrás, lo único bueno era la magia de la navidad.

Navidad significaba días libres, días libres significaba estar libre de tu coronel por un tiempo y no pudiste sentirte más calmada al recordar eso, valga la redundancia que fue al primero que viste mientras caminabas en dirección al comedor en busca de la cena, él te sonrió con la mirada antes de devolver esos mismos ojos hacia adelante para seguir hablando con sus colegas. Resoplaste en molestia. Seguiste con tu camino sin embargo para comer algo luego de un arduo día ayudando a tu compañero de habitación a decorar su propia habitación ¿Por qué lo había hecho? No lo sabias, tampoco tenías las ganas de preguntar el porqué de ese extraño gusto.

Las horas pasaron en ese comedor, todos charlaban alegremente, compartiendo abrazos o regalos entre algunos de ellos por un juego tan famoso como lo era el "amigo secreto". No quisiste participar, encontrabas que era demasiado infantil para tu gusto y la verdad es que tampoco te llevabas muy bien con la mayoría de personas allí, a pesar de eso te llegó un regalo por parte de la bonita enfermera. Lily, te había obsequiado una pequeña cajita envuelta en un papel rojo con un moño color dorado encima. Te sorprendiste un poco antes de encogerte de hombros y sonreírle tímidamente con tu cara roja por la vergüenza.

"Y mírame a mí. Con las manos vacías, no tengo nada para darte, bonita."

Ella rodó sus ojos en pura diversión antes de acercarse a tu oído para susurrar unas cosas. Una posible forma de recompensarle su regalo aunque la verdad es que no le importaba, solo quería darte un pequeño regalito. König vió la interacción con ojos curiosos, tomando el regalo por parte de tu amiguita como una competencia a ver quién tenía más cariño de tu parte. Más tarde fuiste llamada a su oficina, sin reclamar mucho fuiste para allá tarareando una de las canciones que estaban siendo reproducidas por las bocinas de la base.

"Coronel, ¿me llamaba?"

Al entrar lo viste ya sin su máscara, sus mejillas estaban rojas y te sorprendió. Nunca lo habías visto de esta forma, no te disgustaba la verdad, se veía más vulnerable que la mayoría de veces que lo habías visto. Seguiste la mirada del
hombre cuando sus ojos viajaron hacia donde estabas tú, miró hacia el techo y así lo hiciste tú también.

"Cierra la puerta."

Sonreíste, acatando su orden y cerrando la puerta tras de ti. Él ya había caminado hacia tu dirección a paso lento, ahora ambos estaban bajo el muérdago, un acto un poco romántico y algo que nunca habías esperado por parte de tu coronel. Manos temblorosas se posaron sobre tu cintura, ojos grandes y azules te miraban expectantes. Mejillas rojas, labios entreabiertos, esos bonitos ojos mirándote como si fueses lo más preciado y delicado que alguna vez tuvo entre sus brazos. Aquí estaba, el mismo coronel que podía tratarte como una cualquiera derritiéndose al estar tocándote de esta forma, ansioso por algo que ni siquiera él sabía porqué.

"Dios..estoy nervioso y ni siquiera sé porqué.."

Reíste en voz bajita al darte cuenta que realmente estaba nervioso por esta pequeña interacción. Tus manos se posaron sobre su pecho, te pusiste de puntillas al igual que él se inclinó hacia adelante para juntar sus labios en un beso dulce, no eran ni estaban cerca de los besos que solían darse pero este era mil veces mejor que aquellos. Era calmado, se estaban tomando el tiempo de sentir el calor del otro mientras se apretaban contra el cuerpo del otro y suspiraban entre besos. Desearías que todas las veces fueran de esta forma, tan calmadas y dulces.

Una de sus manos se posó sobre tu mejilla, acunándola con delicadeza para sentirte más cerca de él. La víspera navideña se sentía en todas partes, la estabas disfrutando al máximo y pensaste que quizás no todo en esa base era tan malo después de todo. Pensaste, por un momento que él en realidad no era tan malo como aparentaba ser en ese rudo exterior y que solo le faltaba un poco de cariño para sacar a relucir lo que tenía escondido dentro de él.

Colonel's pet | König  (EN EDICIÓNNNN)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن