Four Seasons

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"Me estoy derrumbando 

Cuando estoy solo,

soy una emoción andante

Y no puedo pasar un día sin ti."


Asmodeus, era joven muy joven si alguien le preguntaba su opinión, pero lamentablemente a nadie le importaba realmente su opinión, había sido concebido para ser sucesor de su padre, así es como funcionaba en la realeza se tenían hijos para llenar puestos vacantes. Con los pecados realmente no era muy diferente, en algún punto tomaría por completo el mando que actualmente mantenía su padre, Asmodeus Sr. y podría modernizar el negocio familiar.

Había comenzado a asistir a las reuniones, porque su ascenso estaba próximo y aunque él se sentía completamente incongruente en ese lugar, vio que no era el demonio más joven, lo que le tranquilizó de sobremanera. La primera vez que escuchó las ideas de Stolas, sobre los diablillos y el control, no pudo decir que estaba 100% de acuerdo, pero no le desagradaban, les veía potencial y una forma de incrementar los impactos del infierno, pero la idea tan siquiera de considerar a los imp como algo más que pura servidumbre no estaba en la mente de los demonios mayores, así que realmente no hizo mucha diferencia que Ozzie lo apoyara.

Ozzie conocía bien la lujuria y el deseo, era su trabajo y había experimentado ambas en carne propia, pero era un novato en el amor... hasta que conoció a Fizzarolli, fue un encuentro casual en una cafetería en orgullo, era un diablillo común y corriente a simple vista, apenas habían intercambiado un par de palabras, pero el pecado quedó fascinado por su actitud relajada y alegre, era una personalidad ligera y optimista, con un encanto natural. Que sus ojos estuviesen atraídos a la piel rojiza del diablillo como un imán al metal, le hizo pensar que solo era lujuria, pero todo cambió cuando en un convincente disfraz de incubus se presentó en una función del payaso, encantado por su dominio con el público, por como todos parecían hipnotizados por la gracia y voz de Fizz, lo conoció en persona, en su caravana para ser exactos, una larga noche de plática más tarde, salió a mañana siguiente no tan seguro de que eso que le hacía sentir el diablillo fuera lujuria. Así que en las reuniones del consejo apoyaba con más pasión las ideas de Stolas, pero el cambio no fue muy grande, Bee se hacía unido a ellos y eso fue un gran avance, en algún momento ellos estarían al mando y podrían hacer funcionar los planes de Stolas.

Hasta que un día, la lechuza dejó de presentarse a las reuniones, la primera vez no generó gran impacto, pero 4 reuniones más tarde Ozzie supo que algo andaba mal y su presentimiento empeoró cuando Paimon presentó a otro de sus hijos ante el consejo, el chico era un imbécil, carecía de conocimientos básicos de política, de guerra y la educación era claramente de menor calidad que la que demostraba Stolas, pero apoyaba las ideas clasistas de los demonios lo que de alguna manera evitó que lo echaran; con este cambio Ozzie vio pérdida la oportunidad de poder tener algo con Fizzarolli, por lo que el plan de escape fracaso, cuando el imp le contó que su amigo ayudaría pensó entonces que el plan tendría éxito, pero el incendio pasó y si bien fue la distracción necesaria para llevarse al imp, su estado de salud era crítico.

Apenas dos días más tarde recibió una llamada a su número privado, de un número desconocido -Ozzie, soy yo Stolas- murmuró la voz al otro lado de la línea -¡STOLAS!, hombre, que gusto escuchar de ti, ¿Dónde estás? ¿Por qué no has estado en las reuniones del consejo? -preguntó con sincera alegría de escuchar la voz del ave -Te contaré todo, pero en este momento necesito un favor- su voz seguía siendo calmada y baja -Claro, hermano, ¿qué necesitas?- dijo el pecado con mucha seguridad -Un lugar discreto para quedarme, solo un par de días- un destello de pena sonó en la voz de Stolas -No se diga más, puedes venir a mi apartamento- aseguro Ozzie -Puede abrir un portal para mí, estoy a las afueras de ImpCity, por favor- dijo la lechuza, mirando a su alrededor -Dame un segundo, y lo haré, no te preocupes, amigo- aseguro Asmodeus, antes de cortar la llamada.

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