Sed de Sangre: El Enigma de Jasper Thorne

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En la estación de policías de Springbrook.

Gabriel Saint y Joey Parker acababan de llegar a la estación luego de haber recibido el reporte de otro asesinato: una mujer joven, mesera de un café cerca del parque Elysium. Terminaba su turno y se dirigía a su hogar cuando fue atacada. El mismo modus operandi de las víctimas anteriores. Gabriel se sentó en su escritorio, llevándose las manos la cabeza en un gesto de impotencia. Temía que, si no capturaban al criminal pronto, Springbrook se vería sumido en un baño de sangre. Sus peores temores se materializaron cuando un oficial de policía irrumpió en la oficina.

—Detective Saint. Ha habido otro crimen, en el área residencial, una pareja fue asesinada en su domicilio.

—¡Maldición! —Expresó Saint con frustración. A lo que Joey se apresuró a responder —.Diles que salimos para allá.

Preocupado por su hijo, Gabriel tomó el teléfono y marcó a uno de sus oficiales en terreno: 

—¿Aló? Oficial Mayers ¿Se encuentra patrullando en el área residencial? Necesito pedirle un favor. Quiero que vaya a mi casa y traiga a mi hijo Michael. Dígale que pasará la noche en el departamento de policía conmigo. Yo le comunicaré que usted va en camino a recogerlo.

En ese preciso momento, apareció Michael en la oficina de su padre como caído del cielo. Gabriel entonces interrumpió su llamada:

—Olvídelo, oficial; ya no hace falta. Michael acaba de llegar. Agradezco mucho su ayuda, y no dude en avisarme si nota algo fuera de lo común. — Colgó el teléfono y se puso de pie —. Hijo, ¡qué bueno que estás aquí!

—¡Hola, papá, tío Joey! Estuve toda la tarde en el Dojo. Además, los chicos tenían sus propios planes, y como no quería estar aburrido en casa pensé que podía hacerte compañía. Mira, traje café y donas.

—Hijo, escúchame. Quiero que hoy pases la noche en mi oficina. Puedes dormir en el sofá, es muy cómodo y te traeré unas mantas.

—¿Okey? Ese era más o menos mi plan —respondió el muchacho con tono de no saber qué es lo que estaba pasando—. ¿Me puedes explicar que está sucediendo?

—¿No has visto las noticias? Anoche escapó un maniático del Smith's Covert Sanatorium, y es extremadamente peligroso. Ha asesinado a más de cinco personas. Nos informaron que el último crimen lo cometió en el área residencial, no quiero que vayas por allí haciendo estupideces, de momento este es el lugar más seguro. Llama a tus amigos y diles que se encierren en sus casas.

—¿No crees que estás exagerando un poco, papá?

En ese instante, Michael y Gabriel fueron interrumpidos con la llegada del doctor Marsh, quien se presentó en cuartel de policía para compartir información reciente sobre Jasper Thorne.

—Detective Saint, es de suma importancia lo que tengo que decirle sobre el pasado de Jasper y su tiempo en el psiquiátrico.

Gabriel y Joey intercambiaron una mirada cómplice, y luego el primero expresó:

—Bueno, doctor Marsh, ¿qué es lo que tiene para nosotros?

—Encontré estos expedientes confidenciales del doctor Darkwood, allí él habla sobre "La Maldición de la Sangre Eterna". Según la leyenda, la maldición se originó en los rituales paganos de los druidas realizados durante las "Noches de Todos los Santos". Se cree que la runa de "Mal" en el brazo de Jasper Thorne es un sello de esta maldición, que otorga una fuerza sobrenatural y un don de supervivencia, pero a un costo terrible: una sed insaciable de sangre y el impulso de exterminar a quien considere una amenaza. Se dice que el doctor Alistair Darkwood, era el líder de una secta celta que habría lanzado esta maldición con el propósito de obtener sacrificios humanos. La maldición obliga a Jasper a cometer actos horrendos en busca de víctimas para satisfacer su sed de sangre, lo que lo convierte en un instrumento involuntario de esta secta.

—Escuche, doctor. En este momento vamos saliendo, Jasper ha vuelto a atacar, ¿podría acompañarnos? —Añadió Joey.

—Claro, voy con ustedes, —respondió el doctor Marsh.

—Michael, tú te quedas aquí. Jasper Thorne es maldad pura, una maquina asesina imparable. No puedo permitir que te pase algo malo —.Indicó Gabriel a su hijo, tomando su rostro firmemente con ambas manos y mirándolo fijamente a los ojos.

—Entiendo papá. No te preocupes por mí —.Antes de abandonar la oficina, Michael añadió con un tímido tono voz  

—Papá, tú y tío Joey, llévense sus cafés.



Fuga Mortal: Pesadilla en HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora