Forever and a Day, A Nakama Fanfic (Borrador)

Capítulo 3: Ace y Sabo

Guiando a Makino hacia el bosque, Luffy era muy consciente del tesoro que llevaba en la mochila. Antes de subir a las montañas, había arrastrado a Makino hasta la tienda de sombreros de Goa para conseguir el sombrero que había sido el accesorio básico de Ace.

Por suerte, el sombrero ya estaba allí. Y dado su color naranja bastante vivo, el sombrerero estaba encantado de deshacerse de él por un par de beris. Mucho menos de lo que había costado la última vez, pero, de nuevo, eso había sido cuando obviamente eran niños de la selva. Ahora sólo eran una madre con su hijo que quería comprar un regalo para otro niño de la familia.

Metiendo el sombrero en la bolsa, Luffy no sabía qué esperar de este reencuentro. Volver a ver a Shanks y Makino ya había sido bastante duro, pero volver a ver a sus hermanos mayores. Después de verlos caer a ambos por la lava de Sakazuki, no sabía cómo iba a reaccionar.

Deteniéndose de repente, Makino miró al niño que le cogía de la mano, la mirada de sus ojos le hizo agacharse con una suave sonrisa en la cara: "¿Qué pasa, cariño?".

El labio inferior de Luffy tembló: "¿Y si no se acuerdan? Makino-nee, no creo que pueda soportarlo. Sabiendo que todo esto, todo lo que hice, todo lo que haría... sería en parte por ellos, por todo mis Nakamas. Pero si Ace-nii y Sabo-nii no se acuerdan, ¿para qué hice esto?".

Apartando el pelo de la cara de Luffy, Makino esbozó una suave sonrisa mientras tomaba las manos de Luffy entre las suyas: "Luffy, cariño, que yo sepa no hay nadie en este mundo que merezca más el título de Nakama que tus hermanos. ¿Estoy en lo cierto?".

Luffy asintió con la cabeza, frotándose los ojos para contener las lágrimas. Una mano seguía entre las dos de Makino mientras intentaba calmarse. A Ace nunca le gustó que llorara, cuando eran niños porque le incomodaba, y más tarde en la vida, porque no podía soportar la idea de Luffy herido o sufriendo.

Acariciándose la mejilla, Makino volvió a preguntar: "¿Sabes dónde encontrarlos? ¿O buscamos por todo el bosque?".

Luffy negó con la cabeza y volvió a cogerle la mano mientras la guiaba hacia el árbol hueco que Ace y Sabo utilizaron la primera vez para guardar su tesoro pirata. Había sido un secreto durante mucho tiempo, e incluso ahora Bluejam y los suyos aún no lo habían encontrado.

Lo más probable era que tampoco lo encontraran esta vez, ya que Luffy no sería el llorón de antes. No dejaría que el aspirante a pirata se llevara el tesoro de sus hermanos, no cuando ambos lo necesitaran. Cuando Sabo fuera lo bastante listo como para quedarse en el bosque y en la aldea de Fushia en lugar de aventurarse en Goa, donde sus padres podrían descubrirlo.

Al ver el árbol más adelante, Luffy empezó a caminar a paso ligero, necesitaba volver a verlos. Saber que esto había funcionado y que estaban a salvo. Que existía la posibilidad de que volvieran a hacerlo, esta vez mejor. Asegurarse de que el deseo de Luffy en el One Piece se hiciera realidad. Que sería capaz de navegar los mares con todos sus Nakamas.

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Sabo podía sentir que los observaban, lo que no le gustaba. No con la forma en que tanto él como Ace se estaban topando con la tripulación de Bluejam la mayoría de las veces, el aspirante a pirata tratando de intimidarlos para que entregaran su tesoro porque él era demasiado perdedor para conseguirlo por sí mismo. Al fin y al cabo, un pirata que se dejaba robar por un par de preadolescentes no era para tanto.

"¿Ace?" tarareó el mayor, levantando ligeramente la vista de donde estaba contando -o intentando contar- el botín que se habían llevado esta vez. "¿Qué pasa?".

"Nos están vigilando".

Ace miró a su alrededor, encogiéndose de hombros: "Yo no veo nada, sólo son tus nervios por lo que Bluejam nos hizo pasar ayer. No vendrán aquí, recuerda, demasiado asustados de los animales que deambulan por aquí".