43 { Sonrisa juguetona} ♡

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Dalia Miller. 

Habían pasado 10 días desde que Izan me ¿confesó? Su amor. Desde esa mañana ya no lo he visto, sin embargo un café y una Dalia están en casa todos los días 

Hoy había partido del Gonzma, como locales. Y los chicos habían mandado entradas VIP para nosotras.

Sólo que no sabía si ir, porque Izan se fue sin decir nada esa mañana y no hemos hablado, no sé como va con el tema de su hija, de Lucía, simplemente no lo sé. 

No quiero hacerme ilusiones cuando a lo mejor él sólo quiere dedicarse a su hija.

—Voy a estar ocupada.

Necesitábamos aclarar ese punto, su hija.

—Mentira— Emma salió de su habitación junto a Olaya.

La última y yo compartimos miradas, llevaba la Jersey de Harrison.

Ella terminó por sonreírme.

—Vamos, no creo que se alegre que no hayas llegado cuando ha mandado un pasé para ti— se acercó. 

Lo pensé, y no era tan malo ir.

De lo que estaba segura era que luego del partido él y yo íbamos a hablar.

Me levanté del sillón. 

—Está bien— dije decidida.

Entonces corrí a mí habitación y luego de 20 minutos salí preparada.

La que condujo hasta el estadio fue Ivonne.

Al estar en nuestros lugares me di cuenta de lo mucho que echaba de menos al equipo, al estadio, a la afición pero más al fútbol. Sonreí recordando que por esto conocí a Izan Harrison. 

—Toma— miré a Olaya, quién me extendía su mano con una Jersey del equipo.

—Gracias— la tomé.

—Me pidió que te la diera y que me encargará de que te la colocaras— alzó y bajó sus hombros.

Le hice caso, me coloqué la camiseta por encima de mí blusa y Yessica nos fue a abrazar.

—Están saliendo a calentar— señaló el túnel de donde salían.

Esperé algunos segundos hasta que el pelinegro apareció. 

Lleva puesto la equipación para calentar del Gonzma, en sus manos llevaba guantes por el frío que hacía. 

Ah, también extrañaba el frío.

Durante los minutos que estuvo calentando ahí, mi mirada sólo le perteneció a él. 

Ya faltaba poco para que comenzará el partido y los nervios estaban traicionándome.

Sentí mis ojos aguados, a nada para llorar porque iba a ser la primera vez que lo vería jugar en persona.

Ambos equipos volvieron a salir, sólo que está vez listos para el partido.

Por las altavoces anunciaron el once inicial del Gonzma y ahí estaba el número 17  “Harrison”.

Me quedé quieta al escuchar su apellido.

Mis ojos se fueron hacía él y los suyos a los míos, estábamos mirándonos. 

Le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

Él partido comenzó y luego de 26 minutos el primer gol llegó, era anotación de Izan.

Todos lo seguimos con la mirada y las cámaras también. Estábamos esperando su típica celebración pero en vez de eso sólo señaló hacía nosotras, beso su muñeca derecha y luego llevó su mano a su sien, señalandolo.

ℱ𝓊ℯ𝓇𝒶 𝒟ℯ ℒ𝓊ℊ𝒶𝓇Onde histórias criam vida. Descubra agora