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Capítulo 9–––––"R y A"

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Capítulo 9–––––"R y A".

(☆⁠)
Ryan Ghoofflin.—agrega.
Sonríe una vez más achinando los ojos y enseñándome sus ventanas.

Andy Reynolds.—digo muy honorable de mi misma.

Nos estrechamos las manos y es genial.

*Volviendo del flashback.
Suena el puto timbre del recreo el cual me fascina tanto y todos salimos amontonados. Eso es sarcasmo.
Y estamos en el presente.
Emilia me sujeta del brazo y me lo roza con una de sus naranjas.
Me lleva al fondo del patio recreativo y nos sentamos en el banco de piedra con relieves de arte gótico.

Se desata una de sus coletas rojizas para atarsela nuevamente. Lleva unos bonitos lazos rosa.
¡Es demasiada bonita para ser mi amiga!, somos como polos totalmente opuestos.

—Te ves de puta madre hoy—le digo y apremio—, Apuesto a que si Dwayne te viera en este momento, se tropezaría con un poste de luz por andar viéndote.

—No digas tonterías, siempre estoy igual.— dice atandosé el otro lazo y agrega:— Tú SI estás de puta madre Ann, ¿y entonces de cuál va con tu mejor amigo?, cuéntame.

— Entonces nada.— le digo muy seria.

—¿A qué hora van a juntarse?.—dice y me samarrea de los hombros.

—Puede ser después de clases, ni jodida remota idea. Lo que si es que necesito un punto de vista totalmente diferente del tuyo, es que no me ayudas mucho ¿Ok?. Porque eres una chica femenina y muy heterosexual.

— Eso está bien.—dice.

— Bien que bien.—repito.

Me abraza y siento toda su feminidad en mí, y por no ser atrevida siento sus naranjas contra las mías.

Y agrega:

— Pero tía, ¿te han crecido?.

—Solo espero que no.

Y nos reímos, realmente no espero que me hayan crecido las tetas, verdaderamente dormir de pecho hacia abajo es lo más cómodo que hay. Siempre sabe como hacer reír a una pérdida como yo, es de lo más.
Aunque a veces si quisiera tener busto, para usar escote algún día cuando me gradue de secretaria privada.

¡Broma!.

Sé que los chicos y todos los seres hombres del planeta no son la prioridad de cualquier mujer, quizá para algunas y ese es el motivo de que Emilia no quiera mantener ningún vínculo amoroso con ningún chico hoy en día.

Se topó con muchos idiotas a lo largo de la secundaria, muchos. Y ahí es cuando le digo que la quiero y ella responde con un: "Yo también, nena". Y le guiño un ojo.
"Nena" le ah quedado bien decir desde que empezó a decirlo, fue a principios de primer año y por ver muchas novelas de colegialas lindas y extravagantes que se enamoran de su profesor.

Entramos nuevamente al salón y nos encontramos con literatura justo golpeándonos las narices. ¿A quién le mola literatura?. Porque a mí sí.
Nos sentamos y la profesora Anna retoma la lectura llevable de un pequeño libro. Diría que es un libro de bolsillo.

Y dice:
— Vivimos en un jodido mundo tercermundista, pero ¿adivinen qué?.
Nosotros somos los primeros en la lista de...

Hace una pausa.

— Lo siento chicos, por el vocabulario. Sé que se han percatado,¡oh si!.

¡Claro, como no!. Eso es en lo primero en lo que se fijan los adolescentes, en qué algo esté mal, siempre.

Seguro ya estarán tecleando en sus celulares, especialmente en una app para crear stickers super-graciosos y jotos de la profesora.

EN ESTE MOMENTO.

Emilia es una de esas.

—La... profesora acaba de decir: "jodido mundo tercermundista".—agrega susurrando—,Es icónico.

—No me digas, tengo oídos claro.— y nos reímos súper bajo. Para luego fijar la vista al frente.

Oímos murmullos delante, a la izquierda y a la derecha del el aula. Es un poco cómico hasta que la profesora Anna retoma la jodida lectura del libro, sobre el jodido mundo tercermundista.

—Somos como átomos pequeños en un gran mundo fantástico, en dónde todos se pelean por un poco de oxígeno. Buscamos trabajo, oportunidades en la vida, crecer y vivir mejor. Somos como un organismo, todos nos movemos al son de un compás y el Estado es el villano de la historia. Mueve el dinero, nos provee de servicios, nos COBRA los servicios y los bienes. Somos sus marionetas cómicas en un show de teatro para adultos. Es jodido, ¿cierto?.— hace una pausa en dónde se aclara su bonito fondo de garganta y dice en un susurro.— Lo siento chicos, el vocabulario está caliente.

Emilia y yo nos reímos nuevamente al igual que el resto del aula.
Me cae una bola de papel en la cabeza y oigo a alguien hacer un molesto "Tsk, Tsk" detrás.

¿Quién es el gilipollas que ah lanzado eso?.

—¿De dónde coño ah caído esto?.— apunta Emilia levantandolo del suelo y abriendo el papel, en una nota arrugada.

Cómo hablamos tan bajo, la profesora Anna no se percata. Miro hacía atrás, y veo a Dwayne hacer gestos con las manos, como si fuera un niño sordo comunicándose a señas. Le sigo la corriente y le hago un movimiento obsceno y corto con la mano. (Ya saben, de esos).

—¿Dice algo?.—le susurro a mi amiga discreta.

"Dile a tu querida amiguita que si quiere hechar un polvo en mi casa después de clase".

Ah, bueno ella ya lo leyó por su cuenta y por su cara veo que quiere partirse de la risa a mitad de la lectura del jodido mundo tercermundista de la profesora.

Le quitó el papel y escribo con rotulador negro:

"¿Cuánto te mide?."

Lo hago una bola lo más pequeña posible y en un movimiento de cadera, lo lanzó hacía su dirección. El papel choca contra el borde de su banco y cae al suelo pero el cabron se da cuenta y lo recoje a toda velocidad un poco confundido.
Cuando miro, su cara tiene una expresión de: ¿De verdad quieres saber?.

Y ruedo los ojos, mi amiga no va a acostarse con un pelotitas cortas, ni tener un polvito, ni un polvazo y ni un polvon con un tonto que seguro solo quiere aprovecharse de ella porque está buena. Es interesante y linda.
Y está buena.

🐻💜



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