ℱ𝓊ℯ𝓇𝒶 𝒟ℯ ℒ𝓊ℊ𝒶𝓇

45 { Flores favoritas } ♡

Dalia Miller.

La mañana pasó más rápido de lo que pensé y ahora mismo estaba en mí habitación con tres chicas, acompañándome.

—Yo digo que este te queda mejor— opinó Yessi.

—Mmm, a mi parecer le queda más el de mezclilla— dice Iv.

—A mi no me gusta ninguno— dijo sin más la rubia que estaba acostada en la cama.

—¿No?

A estas alturas ya estaba agonizando de nervios porque algo no me quedaba según ellas.

—¿Qué hora es?

—Faltan dos para las cuatro…

Nadie dijo nada porque ya era tarde, pero segundos después el timbre sonó.

Ivonne me miró nerviosa.

—¡Emma! No estás ayudando en nada, ve a abrir— gritó la misma que terminaba de verme.

La rubia resopló y se alejó de nosotras.

—¿Y si no le gusta?

—¿Y si le gusta?

—¡Pero ni siquiera sé a dónde vamos!— explote.

Era como mi primera cita, nerviosa porque no sabía que colocarme.

—Ni siquiera sé qué ponerme, una dice que esto, la otra dice que no que el otro y la otra simplemente me dice que ninguno… 

Me miré en el espejo para ver cual me convencia y me quedaba mejor.

—Yo le dije que no fuera puntual— Olaya entró— Pero ya vez como es Harrison— terminó.

La miré preocupada, ella venía con él, entonces ella podía saber a dónde me lleva su amigo. Y como si también pudiera leer mentes habló.

—Llévate algo más natural, pareciera que estás en la Antártida— nos miramos a través del espejo.

—¿No hará frío?

—Nada, pero si quieres llegar a tiempo tienes que apurarte…

Con eso saqué a todas las chicas y me fui directo a mi armario.

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Izan Harrison. 

De la nada las cuatro salieron del pasillo y se acomodaron en los sillones.

—¿Todavía no?— miré a la chica que vino conmigo.

Negó y procedió a sentarse a un lado mientras sacaba su móvil.

—¿No te ha escrito?— ella negó.

Hace meses ha estado saliendo con Eduardo, yo le dije que tuviera precaución porque él era todo un picaflor verdadero pero aún así quiso aventarse el paquete, pero últimamente él ha estado evitandola y eso me está cayendo mal. Olaya lo quiere de verdad, ha salido con otros pero es diferente a cuando está con él.

—Voy a hablar con él— crucé mi brazo por encima de sus hombros para abrazarla.

—No, no quiero que se vea obligado… a lo mejor lo mío no son los hombres— apagó su móvil.

—¿Y las mujeres?— dije lleno de curiosidad.

—A lo mejor, por un tiempo me gustó tu novia— sonrió y me miró.

—¿Qué?— me aleje para reprocharle con la mirada.

—¡Es broma!— se rió.

Y como si las otras no estuvieran atentas también se rieron de mí.