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Miles sentía como le rugía el estómago, pero no por que tuviera hambre, era por los nervios que sentía, ni sabía si Hobie iba a escribirle..pero tenía la esperanza que si.

–Okey Miles, si no te escribe en 5 minutos, yo le escribiré..–Se dijo a si mismo mientras tenía su teléfono en mano, estaba en el trabajo un domingo–

A veces podía ser alguien muy nervioso, también intenso

Era extraño que esté ahí un domingo, pero su compañera, Margo, tuvo una emergencia y le rogó que la cubriera, su jefa se enteró de esto y le dijo a Miles que le daría un pago extra si lo hacía, entonces el aceptó.

De pronto la puerta del establecimiento se abrió, dando lugar a dos señores, uno de ellos se acercó al mostrador, llamando la atención del menor.

–Dos cafés bien cargados –la actitud seca de aquel cliente hizo poner un poco de mal humor a Miles pero asintió con una sonrisa, ya que era parte de su trabajo toparse con tipos asi–

–Claro, ¿sus nombres por favor? –El sujeto le dictó ambos nombres, no despegando sus ojos del moreno– Listo...en un momento los llamo para que recojan sus pedidos, tomen asiento..

A Miles empezó a incomodar aquellas miradas que empezó a recibir de esos dos mientras preparaba los cafés, hasta que escucho que la puerta se abrió nuevamente, se volteo a mirar y por curioso se ganó una enorme sorpresa.

Hobie había ido por que un pajarito llamada Peni Parker le había soltado el comentario que Miles trabajaba allí, y el quería verlo.

–Por favor, dame un capuchino..

Miles estaba con un delantal y un gorro que eran parte de su uniforme, sin contar con unos guantes. Pero estaba muerto de la vergüenza, por suerte estaba de espaldas por que si no, Brown hubiera visto su cara echa un caldero, se calmó así mismo antes de voltear

–¡H-hobie...¿Que haces aquí?..jajaja –trato de poner su mejor cara relajada, sin éxito alguno por que se notaba a kilómetros lo nervioso que estaba–

–Pues vengo por un capuchino..y para verte, aunque no sabía que trabajas aquí..que conveniente, eh –una sonrisa salió de los labios del chico punk, haciendo poner aún más nervioso a Miles que parecía que iba a hacer explotar con sus manos los dos vasos con café que tenia–

–Oye, ¿Puedes apurarte? Traenos nuestros cafés..–La voz de uno de los dos señores sentados se escuchó fuerte, haciendo voltear a ambos chicos, el más bajo soltó un suspiro de cansancio–

–Disculpen, ya pueden venir a recoger sus cafés..–Miles solo le quedaba sonreír amablemente a pesar de que estaba apenado–

–¿No escuchaste? Traenos, tienes que atendernos..por dios

La expresión de Hobie en un par de minutos cambio a una de molestia e indignación, le parecía horrible aquellos sujetos y estaba alerta por cualquier cosa. Miles solo le tocaba llevarles el café ya que no quería causar problemas, se acercó a la mesa un poco desconfiado.

Al llegar a la mesa, dejo ambos cafés frente a los clientes y se iba a retirar hasta que sintió como alguien lo retuvo agarrándolo del brazo, escucho un susurro de parte de uno de ellos.

–Oye niñito, Si vienes con nosotros podríamos pagarte más, obviamente con otra clase de servicio..

–Señor le voy a pedir que me suel- ouch...–el boricua sentia como le apretaban más el brazo y la mano del otro tipo se acercaba a su cintura para tocarlo–

El chico del apartamento 512 - Punkflower [PAUSADA]Where stories live. Discover now