Especial Navidad

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La temporada navideña había llegado a la casa de Pedri y Ferran. Las luces brillantes parpadeaban con entusiasmo, el árbol de Navidad se erguía majestuoso en la sala de estar, y el aroma de las galletas recién horneadas llenaba el aire. Este año, la familia Torres se preparaba para una Navidad que quedaría grabada en sus corazones para siempre.

En la víspera de Navidad, Pedri y Ferran se encontraban en la cocina, preparando la cena mientras Lucas y Victoria correteaban por la sala y algunas veces se dirigían a la cocina para pedir a sus padres una prueba de lo que cocinaban.

— Mami, nos das a probar?

— Victoria, Lucas han estado probando todo lo que hemos hecho y han estado comiendo dulces, no crean que no los he escuchado, después no van a querer comer.

— Pero es que huele rico, por favor

— Ya dije que no, vallan a jugar y a esperar a el tío Fer

— Papi — segunda opción, pedirle a el papá consentidor que es incapaz de negarles algo.

— Pequeños, mamá ha dicho que no, lo siento, no puedo hacer nada, el manda.

— Pero papi — dijeron mientras cada uno le abraza un pierna.

— Lo siento, vallan a jugar. — dijo encaminandolos a la sala para después regresar.

— Ferran, yo dije que no, después no van a querer cenar.

— Pero si yo n...

— Te conozco y te vi, les diste.

— Pero es que Pepi como les puedo negar algo, son mis bebés.

— Pero yo había dicho que no.

— Lo siento cariño, perdóname, si? — decia mientras me abrazaba por la espalda aunque yo siguiera cocinando.

Con los niños

Se escuchaban los villancicos y canciones navideñas, Lucas y Victoria estaban saboreando la prueba de comida que su papá les había dado a escondidas.
La puerta sonó, y Fer entró con su característica sonrisa.

—¡Feliz Navidad, familia! ¡Qué bueno verlos a todos! — Los niños corrieron hacia el emocionados, y le rodearon con abrazos afectuosos.

— Tío!!! Que bueno que llegas, te extrañe mucho, ¿Tu me extrañaste?

— Claro que sí pequeña.

— Pero me has extrañado mas a mi, ¿verdad tío?

— He extrañado a ambos por igual, ahora mejor díganme dónde están sus padres.

— Están en la cocina, pero vas a jugar con nosotros después verdad?.

— Si claro, solo voy a saludar y regreso.

Fernando se dirigía a la cocina donde Pedri y Ferran preparaban para la cena. Al abrir la puerta de la cocina, se encontró con una escena que lo tomó completamente por sorpresa.

Ferran estaba abrazando a Pedri por la espalda, dándole pequeños besos en el cuello mientras este sonreía, "concentrado" en sus tareas culinarias.

— ¡Vaya, vaya! Parece que la cocina no es el único lugar donde estáran cocinando algo esta noche.

—Fernando, no deberías sorprender a la gente así.

— Lo siento, lo siento. No pude resistirme. Pero, en serio, ¿Ferran alguna vez estarás un rato sin estar encima de mi hermano?

— No lo se, lo pensaré pero ahora solo estamos disfrutando del espíritu navideño, ¿verdad, Pedri? — dijo mientras lo aprisionaba más entre sus brazos.

— Ajá si, Bueno, parece que he interrumpido su momento. Continúen, continúen. No quiero ser un obstáculo para el arte culinario y demás que están creando aquí. — dijo mientras se marchaba

Ferran y Pedri compartieron una mirada cómplice antes de volver a sus quehaceres culinarios.

Cuando llegó la hora de la cena, la mesa estaba adornada con exquisiteces, y todos se sentaron para disfrutar de la festiva cena navideña.

— Debo admitir que esta vez han superado mis expectativas. No puedo creer que no hayan incendiado la cocina, tomando en cuenta sus anteriores experiencias.

— Hemos aprendido de nuestros errores. Y Ferran también ha sido un gran ayudante en la cocina.

— Ajá en la cocina sobretodo — decía con un toque burlesco. — antes de que Pedri  pudiera decir algo una vocecilla interrumpío

— Mami, ya no quiero, ya estoy lleno.

— Yo tampoco quiero más.

— Está bien, esto es lo que pasa cuando no me hacen caso, pero pueden levantarse, después los tres hablaremos acerca de esto, de acuerdo niños? — pregunté aunque su mirada estaba dirigida hacia su pareja.

— Esta bien.

Después de ese momento de "te lo dije", la noche continuó con bromas, risas y momentos de felicidad compartida. Fer, asombrado por la mejora culinaria de su hermano y su cuñado, se sumó a la celebración con su característico sentido del humor.

Al final de la velada, la familia Torres se reunió alrededor del árbol para el intercambio de regalos. Fer, con su espíritu juguetón, agregó un toque especial a la noche con regalos ingeniosos y divertidos, para después de un rato cuando los niños se mostraban cansados y cayeron dormidos, marcharse para dejar a la pareja terminar su labor como padres, asumiendo el rol de Santa Claus.

Y así por la mañana en la calidez de su hogar lleno de amor, la familia Torres celebró noche nueva con momentos inolvidables, creando recuerdos que unirían a la familia cada día más, pasaron todo el día del 25 de diciembre disfrutando, riendo y demás junto a la gran cantidad de obsequios que obtuvieron ambos niños y por los cuales prometieron nunca volver a desobedecer una orden de su madre.

Es corto y no me ha gustado mucho, pero no quería dejar pasar la oportunidad para hacer un especial navideño.
Trataré de ser más activa y que sepan que ya tengo capitulos escritos de los cuales algunos son pedidos por ustedes.
Sin más que decir espero que hayan tenido una feliz navidad.

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