Ú𝐧𝐢𝐜𝐨

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La adrenalina recorría su cuerpo, quería terminar con esto de una vez por todas, ahora no importaba nada, solo vivía en un mundo solitario, sin una pisca de remordimiento.

Se siente desfallecer, y el miedo recorre su piel, sin embargo no está dispuesto a retroceder. El sonido infernal de la soledad es lo que le brinda su cuarto, y su cabeza repitiendo los constantes sufrimiento de su pasado.

Pero hay alguien más, alguien por el que desea no colgarse y acabar con todo, pero la soga en su cuello no es lo único que lo sofoca, si no los recuerdos y el desagradable temor de dejarlo solo.

Solo entonces los nulos recuerdos de su felicidad entran por su mente, reprochando su intento de acabar con sigo mimos. Solloza como un niño, no voltea hacia atrás su decisión está tomada. Cómo una flor con espinas que se ahueca en lo profundo de su corazón, dispuesto a sacar la silla.

De pronto el silencio.

Siente como la soga que aprieta su cuello hace abandonar el aire de sus pulmones.

La puerta siendo abierta con rudeza es lo escucha, siendo desesperadamente bajado de allí, quitando la soga de su cuello herido por sus filos.

—¡Qué querías hacer Iván! Por Dios amor— Las lágrimas salían de los eyes de Rodrigo, mientras abrazaba el cuerpo cansado de su novio.

—¿Por qué?— Repetía con tristeza, apegando su cuerpo contra el suyo, dándole calor.

—No...No soporta más Rodri— Su mano tocó la mejilla del castaño, limpiando sus lágrimas, mencionando aquel apodo que llenaba a Rodrigo de felicidad, que ahora le trae miedo de no poder escucharlo más.

Lloro aún más fuerte, sin saber que más hacer. Este era el quinto intento de suicidio de su querido novio, y el dolor de nunca poder sanarlo lo mata mentalmente.

—No me dejes Iván, te amo—Su corazón dolió.

—No puedo Rodrigo. Perdóname, no soporto más esto ¿Si? Solo déjame liberar mi alma, por favor, no soporto más esta vida— No, no quería dejarlo ir, el es su todo, si Iván se va, una parte de el moriría.

—No, por favor dejame ayudarte, no quiero que me dejes. Por favor— Cerro sus ojos sirviendo su nariz, hundiendo su cabeza en el cuello del pelinegro.

Con cariño acaricio sus cabellos, sus ojos emanaban tristeza y el dolor de toda su vida. Solo quiere ser libre.

—Si me quedo contigo los días serian hermosos, porque vos eres lo más importante para mí. Pero si vivo mi alma no descansara, y dolerá hasta el día de mi fin, mi cabeza solo me hunde, y el dolor de mi corazón herido es permanente. No podes curarme Rodrigo, y me odio por no ser estable. Solo déjame ir— El
lo sabe, sabe que Iván nunca podrá con el dolor, sabe que si el vive, solo será infeliz, con una vida del infierno. Ahora solo puede lamentarse y llorar, sabe que no lo puede cambiar.

Lo abraza más fuerte y llora como un niño chiquito extrañando a su madre. No puede siquiera pensar en una vida sin su amor verdadero.

—No, no, no. Por favor no, te amo— La desesperación está presente. Sube la mirada y contemplando sus esmeraldas azabaches, lo vio, vio el dolor que guardaba, sus ojos eran los más hermosos, pero una vibra de melancolía, dónde solo se observaba el dolor y la tristeza. No lo puede ayudar, y solo le queda dejarlo ir tanto como Iván quiere, solo ser libre.

𝙏𝙤𝙜𝙚𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙪𝙣𝙩𝙞𝙡 𝙙𝙚𝙖𝙩𝙝|𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐯𝐚𝐧Where stories live. Discover now