Esperaba pacientemente la joven azabache, sentada en una de las mesas de la nueva oficina que les dieron. A comparación de otros días, la mujer llevaba una vestimenta elegante y formal, con colores neutros y opacos, además de un aspecto algo cuidado.
Diana estaba esperando en la pequeña mesa de su pequeña oficina de líder, sentada en una de las sillas, presenciando el pequeño tazón de galletas y la tetera frágil que estaba frente a ella.
Era algo raro que ella comiera con una persona dentro de ese cuarto, pero tenía un motivo en particular para esa acción:
Había invitado a la señorita Abeille.
Ahora que Insta había subido de puesto en "La Resistencia" y en su grupo, supo que tenía que crear nuevas alianzas entre algunos integrantes de los turnos, así como de algunos científicos y altos mandos. Si quería sobrevivir, tenía que poner su seguridad en manos de alguien poderoso y de confianza para que ninguno de los líderes la termine asesinando a sus espaldas.
No se confundan, Diana no lo hacía por poder o dinero, esta vez había mucha gente inocente involucrada en este plan.
Rose, Marco, Dear, Shikuro, Azar, Yuqi, Gummy, Sam, Mochi, Naranja o incluso Mariela y Nomoki...
Cada uno de ellos eran inocentes que simplemente querían usar como peones o directamente ya los estaban manipulando para sacar información importante sobre sus líderes y las misiones que tenían para acabar con los zombies. Si la azabache quería protegerlos a ellos y salvarse a sí misma, debía de actuar cuanto antes.
Diana suelta un suspiro, dándose un leve masaje en la cien con las yemas de sus dedos. Tenía que funcionar este plan si quería deshacerse de los posibles traidores del lado de "las víctimas" para salvar al resto de sus compañeros.
- Diana, la señorita Abeille está aquí. - Exclama una voz masculina con suavidad, llamando la atención de la mestiza, quien se alegró al escuchar eso.
La azabache de calma, poniendo una dulce sonrisa en su cara.
- Hazla pasar Fukuroba, y déjanos solas. - Le pide de manera amable la de cabello negro, teniendo una expresión más tranquila de lo normal.
El peliverde asiente con dicha petición, volviendo a cerrar la puerta; después esta se vuelve abrir un poco, dejando ver una cabellera rubia pálida, con dos mechones de color muy largos. Abeille finalmente había entrado al lugar.
Insta se levanta a recibirla, acercándose a ella. La contraria solo extiende su mano, dándole a entender que la tiene que saludar correctamente al ser una dama importante; sin embargo, la azabache la saludó con un apretón de manos.
- Bienvenida Abeille, me alegra que hayas aceptado mi invitación y hayas regresado a casa. - Saluda Insta, con una poca y sutil falsa amabilidad de por medio.
Una arrogancia notoria que podía reflejar en el rostro de la rubia, quien parecía tener algo que decirle a la menor en ese momento.
- ¿Cómo podía negarme ante tu pedido? Siempre la he considerado alguien muy importante en mi vida, señorita Insta. - Le dice la rubia, soltando la mano de la azabache.
"Eres mala hasta para mentir..." Dice mentalmente la pelinegra, con algo de gracia en su comentario.
Diana la observa. - Gracias a Dios regresó bien y tranquila, aunque tengo cosas importantes que discutir con usted en esta fiesta de té, como por ejemplo el hecho de que no se haya negado a venir hasta acá. - La azabache le comenta, provocando una leve sonrisa en la mayor.
La rubia responde. - Pensé que me llamaste para otra cosa, ya que bueno, ya antes me habías dicho que no querías ver mi rostro. - Abeille menciona lo que había pasado anteriormente entre ambas señoritas.
