𝐨𝐮𝐫 𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐬𝐭𝐨𝐫𝐲 | Después de algunos años sin verse, se han reencontrado en el mismo salón de clases, pero él ya no es el chico tierno que ella recuerda.
Una pésima experiencia amorosa han llevado a Seungmin a nunca querer en...
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El bullicio en el salón de la clase 2-A era más fuerte que nunca. Casi todos los alumnos varones especulaban abiertamente entre sí cómo creían que iba a ser la nueva alumna, trataban de adivinar sus rasgos, su estatura, sus gustos, inclusive su estado civil, pese a que lo único que sabían a ciencia cierta sobre su identidad, era que se trataba de una chica.
Las mujeres, en cambio, criticaban el pésimo actuar de sus compañeros, mientras ellas mismas mostraban un enorme desinterés hacia la nueva alumna. Según algunas, ya eran demasiadas chicas en aquella clase, no necesitaban una más.
El año escolar había comenzado hace dos días, pero unos cuantos atrasos con el papeleo correspondiente no permitieron que ella pudiera ingresar a la par de sus compañeros a clases. Sin embargo, todo estaba en orden ahora, y podía integrarse a su nuevo salón ese día.
Cuando la puerta principal de salón se abre, el silencio reina en esas cuatro paredes y la llegada del profesor jefe pone en alerta a los más curiosos. Algunos gritos ahogados resuenan cuando la tan intrigante alumna nueva hace ingreso detrás del docente.
El primer detalle que salta a la vista, es su cabellera pelirroja, probablemente teñida. Su maquillaje es simple pero logra hacer que muchas de sus facciones luzcan más bonitas de lo que ya son, y su uniforme escolar está un poco estilizado, buscando de esa forma que en ella luzca más bonito.
—Como ya se les había indicado —habla el mayor —, el día de hoy recibimos a nuestra nueva alumna. Por favor, preséntate.
—Muy buenos días —ella hace una reverencia, sonriendo de oreja a oreja, sacando más de un suspiro con este gesto —Mi nombre es Miyuki Kurosagi, soy nacida en Japón y criada casi en su totalidad en Corea. Tengo dieciséis años y he vuelto recientemente de vivir una temporada en Nagasaki, en Japón —hace una pausa para pensar un poco antes de volver a hablar —Espero que nos llevemos bien.
Realiza una nueva reverencia, mientras algunos de sus compañeros y compañeras le dan la bienvenida. La mirada curiosa de Miyuki hace un reconocimiento rápido de algunos rostros, pero su mundo completo parece detenerse cuando uno de ellos le resulta familiar.
Un muchacho de pelo castaño y con un flequillo adorable que cubre su frente, con ojitos de cachorro y labios rectos, mira distraído por la ventana hacia el patio de la escuela. Sabe quién es, su mente no deja de enviarle recuerdos suyos como si de una presentación se tratase.
Kim Seungmin. Es él, su mejor amigo de la infancia, no cabe duda.
Su corazón se acelera de la pura felicidad que le genera saber que ahora está en su misma clase. Sin embargo, no está segura de que él la haya reconocido a ella, por el simple hecho de que en ningún momento se dio vuelta para verla.
El maestro expresa la alegría que le genera tener una nueva alumna en la clase y pronto la invita a tomar asiento en el único pupitre disponible. Está en el centro total del salón, pero le parece un buen espacio.
Una vez acomoda las cosas sobre la madera del pupitre, voltea la mirada de nuevo hacia Seungmin. Se sorprende entonces cuando sus miradas se topan, y él se ve en la obligación de girarse con prisa. Miyuki sonríe breve.
Parece ser que va a ser un buen año escolar.
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