SEÑORITA

136 6 0
                                    

Te costaba mucho trabajo tomar una decisión, no querías que él pensara mal de ti por aceptar.

Pero el tener un trabajo estable, también te hacía mucha emoción.

NOE: no quiero presionarla, de verdad que no... si quiere podemos vernos otro día para que así lo piense bien.

Solo quiero reiterar mis intenciones... que es solo poder ayudarla en estos momentos en los que veo que si lo necesita.

Al ver su rostro tan sincero, sus ojos los cuales no se apartaban de los tuyos.

Toma tus manos delicadamente.

NOE: |besa tu mano| - entonces señorita, ¿nos veremos en otro momento, para seguir con nuestra plática?...

...

q-que le pasa? - no me diga que se siente incomoda con mi insistencia... hay no perdóneme, la verdad que lo que menos quería era generarle incomodidad...

Tomas su mano, le explicas que no es eso lo que te pasa, no te sentías de esa manera.

No sabias como decírselo, pero tomas valor para hacerlo...

NOE: ...

¿Que yo pensara que? ... n-no entiendo como yo podría llegar a pensar eso de usted.

Para nada un pensamiento así se cruzaría por mi mente, soy yo el que quiero que venga conmigo.

No sé muy bien por cuantas cosas ha tenido que pasar en su vida, pero... cuanto daño debieron de hacerle, para que desconfié así de las personas...

Yo lo que menos quiero y créame por favor, es hacerle daño... dígame, por qué le haría daño a alguien que no me ha hecho nada.

...

|suspira| - pero respeto lo que usted siente, pero por favor... deme la oportunidad de demostrarle, que no todas las personas de este mundo están llenas de maldad.

Sigue tomando tus manos... ya no tenías ninguna duda.

No sabias como lo había hecho, pero todo tu miedo desapareció con cada palabra que dijo en ese instante, Finalmente, aceptas la propuesta.

NOE: muchas gracias, señorita, de verdad que no se va a arrepentir...

Muchas gracias por darme esta oportunidad... si le parece bien, me gustaría que nos fueramos luego de terminar aquí, al hotel para que pueda instalarse tranquilamente.

Te parecía bien, no tenías ningún problema con eso, era mejor de hacerlo ya de una vez, antes que llegara a ti el arrepentimiento.

Terminando de comer, el joven paga la cuenta, se levanta te ayuda a levantarte y te ofrece tu brazo para salir del lugar.

NOE: espero le guste la habitación que tengo pensada para usted.

...

No se preocupe, créame que no pasará tiempo sola...

Si a usted no le incomoda, había pensado que sería bueno si desayunamos, comamos y cenemos juntos, sin contar que a cualquier lugar al que vaya, usted irá conmigo...

Me encantaría que esto tambien a parte de ser un trabajo para usted, sea también una forma de hacernos compañía mutuamente...

¿qué le parece señorita?

Te encantaba la idea, cada cosa que decía te parecía muy bien y también muy amable y atento de su parte.

Eso y muchas cosas más van hablando de camino al hotel. Sientes que ese joven, era como un ángel caído del cielo, para rescatarte de alguna manera.

NOE Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora