𝖯𝗋𝗈́𝗅𝗈𝗀𝗈

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- 𝟥 𝗆𝖾𝗌𝖾𝗌 𝖺𝗇𝗍𝖾𝗌

La campanilla de la entrada al restaurante sonó avisando de nuevos consumidores, había familias y parejas disfrutando, los meseros atendiendo distintas mesas de los comensales y pláticas era lo habitual en Papel de arroz.

Katherine, o como le gustaba que le dijeran, Kath, caminaba tomando el brazo de su abuelo quien apoyado en su bastón le platicaba una anécdota de como junto a unos amigos suyos salvaron a señorita y esta en agradecimiento les había regalado unos chocolates.

Al sentarse en la mesa la joven vió con una sonrisa a su abuelo, quien la miraba expectante ante un comentario sobre la anécdota.

- ¿Qué opinas cariño?- le preguntó su abuelo, antes de siquiera poder responder llegó una joven de rasgos asiáticos entregándoles un menú a cada uno y avisándoles que volvería en unos minutos para tomar su orden.

Relamió sus labios y suspiro para ver si había algún platillo nuevo y daba una que otra mirada a su entorno viendo que los que poseían un mandil parecían menos estresados que todas las veces.

- Opino que fueron muy valientes, y que me alegro que eso te motivará a volverte un héroe, aunque sin dudas fue peligroso haber mostrado usado sus poderes- cerró la carta y se río de como la persona que se hallaba frente a ella veía el menú con toda su atención en el, pareciendo que no la había escuchado.

Al voltear a su derecha para buscar a algún mesero se vió sorprendida al ver a una nueva persona, sin duda esa era la respuesta del por qué los demás estaban un poco más relajados.

Observó con detenimiento que era un joven de probablemente su edad o un poco mayor pero definitivamente joven, vestía con un mandil y debajo de esta una camisa de rock sin mangas que dejaba ver sus brazos torneados junto a su piel trigueña.

La joven Kath pasó saliva y se obligó a subir la mirada al rostro de este cosa que no pudo ver con claridad por los mechones rojos y negros que se escapaban de la coleta mal hecha que poseía.

Al no poder ver más allá de eso volvió a posar su mirada en el menú pensando en que seguramente se encontraba con las mejillas rojas, vio una vez más hacía el lugar donde se suponía que estaba él chico nuevo pero este ya no se hallaba ahí.

- Abuelo, ¿ya encontraste algo que te guste? Me está dando hambre y no quiero que me ruga la panza, suficiente fue con caerme en el camino-.

Él canoso rió mientras recordaba a su nieta brincar intentando no pisar las rayas pero en un brinco su pie se dobló y al traer botas con altura perdió el equilibrio.

- Si, pero estoy esperando a que aquél muchacho que estabas viendo llegué aquí- Kath abrió su boca e intento defenderse al ser descubierta viendo a alguien pero no alcanzó porque justo como dijo su abuelo, él chico nuevo ya se situaba sacando su libreta para anotar sus pedidos.

Sus ojos verdes olivo vieron por fin las facciones ajenas y esa fue su perdición.

Unas cejas rectas y pobladas, labios hinchados que daban a la imaginación de cualquiera y ella no era la excepción, ojos oscuros que lograrían intimidar cubiertos por una mata de pestañas abundantes y una nariz perfilada y recta.

Su boca solo logró abrirse un poco pero lo suficientemente por la impresión, era uno de los chicos más guapo que había visto nunca, compitiendo con sus crushes de novelas que veía su abuelo.

𝗦𝗵𝗮𝗱𝗼𝘄𝘀- Warren Peace FanFicWhere stories live. Discover now