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❝carta capítulo diecinueve omnisciente
▋EL ÚLTIMO HÉROE EN REGRESAR HABÍA SIDO LUKE. Y ahora ellos estaban completos de pies a cabeza pasando por la entrada siendo bienvenidos por el resto de los campistas.
Ver a la joven pasar entre la multitud ocasionó murmullos poco disimulados. Lo que más temia que pasara al volver estaba ocurriendo, todos sabían que era hija de Zeus. Los hijos de Afrodita miraban la escena con lágrimas en sus ojos y otros abrazándose entre ellos ocultando sus mejillas mojadas. Ninguna persona más allá de Annabeth, Grover y los amigos de Stormy se acercaron.
Melanie, Aurora, Ryan y Oliver no parecían asustados ni buscando algo para juzgarla. Se acercaron porque sabían que sin importar quien o que fuera su padre, ella estaría para ellos y ellos para ella. Un hijo de hermes se ganó a su lado, Ryan
Todo el campamento la observaba constantemente, algunos con miedo. Había susurros vagos pero que seguían estando donde decían que ella solo era un peligro para la seguridad de todos. Era verdad, con dos semidioses como Percy y Stormy los monstruos no tendrían miedo de rodear la frontera en espera de poder matar a algún semidiós.
Quirón apareció como un salvavidas, haciendo caso omiso a los comentarios pero mandándolos a callar con una mirada. Sin embargo, se acercó y se inclinó sobre su pezuñas para decirle a la pequeña que apenas pueda él le contaría lo que debía de saber.
Y era obvio que no sería la versión entera.
Según la tradición del campamento, se ciñeron en coronas de laurel en el gran festival organizado en nuestro honor, y después dirigieron una procesión hasta la hoguera, donde debían quemar los sudarios que su cabañas habían confeccionado en nuestra ausencia.
La mortaja de Annabeth era tan bonita —seda gris con lechuzas de plata bordadas—, daba pena pensar que debíamos quemarla.
Cuando Stormy se fue era hija de Afrodita, así que había una seda blanca con bordados de palomas doradas. Pero alguien había añadido más cosas, había rayos, espadas, almohadas y otras cosas pegadas a la tela. Eran stickers puestos en toda la tela dándole su toque y representándola como debía.
A su izquierda, Ryan temblaba de la risa junto al resto de sus amigos viendo la tela con orgullo. Era digno hijo de hermes.
En cambio Percy no corrió suerte. Hijo de Poseidon y sin nadie en su cabaña, no había quien le hiciera la suya. Pero los de Ares se ofrecieron y solo pintaron una cara con ojos de cruz y un "ESTÚPIDO" en grande sobre una sábana vieja. Fue placentero para todos que eso se haya quemado.
