Capítulo 8: La misión.

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    Kimi se recostó sobre la pared debajo de la ventana de la biblioteca. Estaba en el último piso, había descubierto que allí nadie la molestaba. También había descubierto que le tenía pavor a las alturas. La vista se le nublaba y la cabeza le daba vueltas. Pero si no se acercaba a la barandilla plateada no había problema. Además, creía firmemente que podía superarlo concentrándose lo suficiente. "En la oscuridad, esto, no pasaba" Se decía. Y era cierto, puede que fuera porque nunca se había percatado de la profundidad de los barrancos. Pero el caso es que ahora no se podía acercar a ningún lugar en el que pudiera ver que estaba a gran altura. "En fin" Se resignó "Otro miedo más que añadir a la lista".

    Era muy temprano, dado que tenía poco tiempo para solucionar su problema, decidió subir a la biblioteca antes de que Erika se levantara en vez de ir a pasear. De todas formas, tampoco había dormido mucho debido al dichoso gato de Erika, el cuál le odiaba. Había pasado media noche molestando hasta que agotó la paciencia de Kimi y casi acaba reducido a cenizas. Al final y gracias a la intervención de Erika simplemente le hizo un encantamiento para dormir. Empezaba a sentir ansiedad. ¿Y si no lo lograba a tiempo? Se le había ocurrido hasta hacer una ilusión e hipnotizar a todos. Ahora estaba sentada en el suelo tapada con una manta y con la espalda apoyada en la pared. Llevaba un atuendo cómodo. Sudadera negra y pantalones grises largos. También llevaba unas deportivas. A su alrededor reposaban libros abiertos, hojas con apuntes y pilas de tomos para leer. También tenía la Bola Elemental a su lado. A sus espaldas se podía ver el cielo encapotado. Erial le había comentado que probablemente no se despejaría hasta la primavera y le había explicado qué era la lluvia. A su manera. "Agua que cae desde el firmamento" Dijo. "Aterrador" Sentenció Kimi. Ahora la espíritu estaba sentada en una silla hojeando un libro. Vestía su sempiterno atuendo humano. Camiseta azul y falda gris vaporosa. Parecía no importarle la temperatura. 

Desgraciadamente, y tras un par de horas de búsqueda, no había encontrado nada. Había tenido una conversación con Erial la noche anterior para decidir que hacer. Ella soltó un par de maldiciones y comentó que no se esperaba tener que afrontar ese problema tan pronto. Al final decidió que el aprendizaje del segundo elemento de Kimi debía adelantarse. Y allí estaban. Buscando información.

Leía "Doble elemento" cuando oyó que alguien subía por las escaleras. Erial y ella cruzaron una rápida mirada y la mujer desapareció envuelta en una luz dorada. Un escalofrío la recorrió de pies a cabeza. Temió lo peor.Era el momento perfecto para que "Ellos" se la llevaran. Temprano, en un sitio poco frecuentado, nadie notaría nada hasta que fuera demasiado tarde. Kimi se puso en guardia, lentamente deslizó la mano hasta la deportiva derecha hasta rozar la empuñadura de su daga. El brazo izquierdo lo levanto extendido y abrió completamente la mano mientras ideaba una estrategia para salir de allí. No se iba a entregar por las buenas. Los pasos se oían cada vez más y más cerca. Hasta que una cabellera blanca apareció por las escaleras.

- ¡Liam! - Dijo volviendo a su posición normal.

El chico dio un respingo al oír su voz.

- ¿Kimi? ¿Qué haces aquí?

- Investigar. ¿Tú?

- Lo mismo.

Se sentó a su lado y se tapó con la manta también.

- Y... ¿Sobre que investigas? .-Preguntó.

- ... ¿Tú?

- Yo pregunte antes.

Kimi suspiró. No creía que decirle algo podría afectarla en alguna manera negativa.

- Como dominar otro elemento.

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