Tercer paso: Invitar a salir

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Él sabía perfectamente en que momento se había enamorado, bueno, tal vez no tan exactamente, pero sabía que había caído desde el primer momento en el que lo había visto.

Nadie podía culparlo.

¿Quién podría resistirse a Max Verstappen?

Con esa fuerte mirada que tenía, parecía que cada vez que lo veía, Max veía a través de su alma, simplemente le encantaba. Algunas veces quería pasar sus dedos entre esos cabellos dorados, solo para confirmar si sentían tan suaves como se veían.

Le encantaba la fuerte figura del neerlandés, sobretodo lo bien que le iba ese acento, podía escucharlo hablar durante horas y no se cansaría nunca. Verstappen podía gritarle los peores insultos del mundo, pero para él sería como si le recitara los más dulces poemas al oído.

No entendía como Lando no estaba suspirando por Max, porque sinceramente a él, Max lo tenía completamente entre sus manos. Suponía que Norris era de los chicos que esperaban suspiros de los demás, no de los que los dan, esos chicos que reciben halagos, no de los que los esperan.

Todo lo contrario a lo que él era.

Sergio podría decir que desde el primer momento en el que vio Max, este le había robado el aliento.

Al principio le pareció que solo sentía una atracción por el más alto, solo le gustaba físicamente, nada más.

Al pasar los días esa "atracción" no cesó, todo lo contrario, siempre que Emilian se le acercaba, sentía su cuerpo temblar completamente, el corazón se le acelaraba y la respiración se le pausaba.

Recuerda perfectamente lo que los había acercado, por primera vez en su vida agradeció a la escuela por existir, gracias a el destino, o lo que sea que haya sido, a el rubio y a él les había tocado un trabajo en equipo.

El de ojos azules había sido el primero en acercarse para poder poner un lugar y una hora para estudiar.

Después de eso, Checo había sido la persona más feliz del mundo, hasta que se dio cuenta de que estaría conviviendo con la persona por la cual se moría y no solo eso, sino que Max Verstappen estaría en su casa.

Recuerda perfectamente lo que había pasado ese día.

Cuando el rubio llegó a su casa, el pecoso se había vuelto la persona más torpe del mundo, en algún punto Michel se había puesto a llorar porque sentía que no podía con el proyecto, además de que la presencia de Max lo ponía muy nervioso, llegándose a sentir, hasta cierto punto, un incompetente, sumándole a eso los días malos que había estado teniendo.

Simplemente estalló.

Recuerda a el neerlandés dejando el proyecto de lado, solo para consolarlo, ese día el mexicano se había sentido querido, por primera vez en sus quince años de existencia. Fue en ese momento en el que se dio cuenta que estaba completamente enamorado.

Podría catalogar a ese día como el día más vergonzoso de su vida, aunque tal vez le habían pasado cosas peores, no lo sabía con exactitud. Pero fue gracias a ese día que Max y él se habían convertido en mejores amigos.

Ese día había conocido a un Max muy distinto, uno completamente diferente a lo que los demás rumoreaban en los pasillos de la escuela.

Pues él conocía perfectamente el historial del rubio a el momento de crear amistades.

Cuando su amistad con Verstappen había iniciado, el más bajo había pensado, tontamente, que tenía oportunidad con el rubio.

Pero todas esas tontas ilusiones se habían esfumado desde el primer momento, pues el neerlandés se la pasaba hablando de lo enamorado que estaba de Lando Norris, durante casi toda su vida.

Los 5 pasos para enamorar a alguien; ChestappenWhere stories live. Discover now