Capítulo 5

392 30 5
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


























Rashta estaba segura de que su hijo se había ido para siempre, pero la actitud confiada del vizconde la atormentaba con la duda

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Rashta estaba segura de que su hijo se había ido para siempre, pero la actitud confiada del vizconde la atormentaba con la duda.

—Y Rashta, piensa cuidadosamente. ¿Qué pensaría la gente si desapareciera repentinamente después de decir que eras una esclava fugitiva? ¿No dirían que el Emperador estaba tratando de ocultar algo?

Se estaba hartando de aquel anciano, sabía que la chantajearia, le daría lo que quería hasta que sus padres falsos estuvieran ahí, luego haría que lo mataran y tomaría al bebé para que lo cuidarán en otro lado.

—Además, uno no puede vivir tan inocentemente en el Palacio Imperial. Tanto engaño, ¿cómo podrías dejar ese tipo de trabajo a alguien que no conoce tu secreto?

—¿Qué quieres decir? -dejo de pensar tanto y miró al anciano.

—Criatura tonta, digo que debes dirigir esa mirada hostil hacia otra persona. Ya sé todo sobre ti. En otras palabras, puedo ser perfectamente tus manos y oídos.

—No necesito a alguien como tú

El vizconde Roteschu se inclinó hacia ella.

—Jugar a disfrazarse no te convierte en una dama, Rashta. Quizás después de un tiempo podrás deshacerte del pasado y ser aceptada entre los nobles, pero para entonces, ¿seguirías siendo una concubina que el Emperador ame?

Cansada de él, decidió seguirle el juego.

—El Emperador dice que sólo ama a Rashta.

—Tal vez. Tal vez no. Bueno, ¿cómo debería decir esto? No te has olvidado de mi hijo, ¿verdad?

Rashta se mordió el labio. El hijo del vizconde, que le había susurrado sus votos de amor, comenzó a cambiar a medida que se acercaba el nacimiento del bebé de Rashta. Él había comenzado siendo persistente y terco, pero gradualmente se agotó.

Después de que el bebé murió, Rashta le suplicó huir juntos. Finalmente, él le dijo,

– Te amo, pero no quiero cambiar mi vida por ti.

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐚𝐧𝐝 𝐭𝐫𝐮𝐞 | Rashta Isqua Where stories live. Discover now