๑ Capitulo 22: Final [2/2]

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No le costó mucho encontrar a los inconfundibles gemelos Srisang

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No le costó mucho encontrar a los inconfundibles gemelos Srisang. Y no fue precisamente por su atractivo, sino porque no era fácil perderlos cuando Tay estaba encima de una mesa acostado, tratando de rapear alguna canción de AgustD -tratando y fallando-, mientras que New y otro chico con pinta de mesero sostenían a Force, con los brazos del castaño alrededor de sus hombros. Force reía y gritaba incoherencias mientras los otros dos intentaban con todo mantenerlo de pie a pesar de sus piernas de gelatina.

Incluso viéndolo borracho e inútil, Book no podía evitar sonreír enormemente. Las mejillas de Force estaban sonrojadas por el alcohol, su cabello alborotado y, puede que no fuera muy atractivo para el mundo promedio, pero a Book le fascinaba escuchar sus alaridos bobos y graciosos. Le recordaba por qué lo había elegido a él entre tantas personas para ser su persona favorita.

¿De verdad era tan importante el sentir algo más allá de eso? Sería muy hipócrita de su parte decir que desearía no tener a Force de mejor amigo. Book no podía arrepentirse de ninguna de las cosas que él y ese indeliberado castaño habían hecho. Y si para seguir teniéndolo a su lado debía tragarse esos absurdos sentimientos en lo más profundo de su garganta, pues que así fuera.

Ah, qué estúpido es el amor.

-¿Uhm? ¡Woah, mira Jirat, es Book! -Tay, que en algún momento había llevado su vista hacia él, exclamó maravillado.

Book alzó una ceja. Okay, sin dudas estaba el triple de ebrio que hace rato.

Llevó sus ojos hacia Force. El castaño lo observaba desorientado, como si no tuviera sentido alguno que Book se encontrara allí.

Book sonrió tranquilamente, fingiendo que no le sudaban las palmas de las manos. Caminó hacia allí, y cuando Force captó que no era un espejismo se lanzó hacia él, rodeándolo por el cuello con los brazos.

-¡Bookie! -exclamó, haciendo que Book alejara un poco su cabeza.

-No me grites, Jirat-dijo suavemente, aplicando los apodos que al borracho Force le gustaban.- Ya estoy aquí.

-¡Tardaste siglos, Book! -New bufó, viéndose completamente enojado.- ¡No vuelvo a hacer de niñera con estos dos pendejos, así que procura hacer bien tu trabajo de marido y cuidar a tu nudista oxigenado!

-¡Te dije que no soy oxigenado! No sé qué significa, pero suena feo y no lo soy -Force hizo un puchero, ocultando medio rostro en el cuello de Book.

Book trató de aparentar serenidad, pero era sumamente difícil teniendo la respiración de Force en su cuello. Le dedicó una sonrisa a New.

-Prometo que te compensaré esto, gracias por mantenerlo a salvo -dijo acomodando a Force, tomándolo de la cintura.-¿Puedes sacar a Tay tú solo?

New cruzó los brazos sobre el pecho y arqueó una ceja con arrogancia.- A diferencia de ti, yo sí sé controlar mi ganado. A Tay lo domino con sólo usar la palabra 'sexo' o 'lencería'.

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