27. El plan de Venti

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La tensión que sentía Kazuha mientras escuchaba a Nahida iba en aumento, hasta que al final, su final lo dejó sin palabras. Intuía que su muerte no era natural pero no pensó que tendría que ver con Mao. Debió haberlo sospechado siendo el Kuni de los sueños, Mao y Scaramouche prácticamente iguales. Aún así, lo sorprendió tener una muerte tan violenta en tales circunstancias. Aunque, pensándolo, lo importante no era eso...

Kazuha guardó silencio un momento, procesando la información y luego preguntó con una voz neutral.

"Venti, no?"

Tan rápido como el viento, Kazuha se movió y apareció frente a Venti, sus manos en el cuello del Dios.

Venti no se defendió, dejó que Kazuha lo presionara mientras lo miraba fijamente a los ojos, sin emoción en su rostro.

"Dios del Viento y del Destino, ¿Por qué me trajiste a esta isla?"

La voz de Kazuha era calmada pero podía notarse la ira en su tono.

"Muy inteligente"

Venti lo eligió.

Al principio de sus sueños, Kazuha notó que llegó a la isla inconciente, una casualidad que se topara con la isla a menos que alguien lo haya traído a la isla, pero demasiada casualidad toparse con la entrada a BuYan, según sus recuerdos, existe algo llamado invitado por una razón. Y solo puede ser obra de un Dios. Salvarlo de morir en el mar puede ser un acto de misericordia por parte de un Dios al permitirle entrar en la isla pero dejarlo entrar a isla oculta ya revela otras intenciones. Venti no es un santo, si él no hubiera dejado entrar a Kazuha de todas formas Kazuha habría sobrevivido por su cuenta y Kuni nunca saldría de la isla secreta y seguiría estando seguro en ella. Peor aún, el día que salieron juntos de BuYan fue elegido por Venti.

"¿Cuál era tu plan?"

Kazuha comenzaba a impacientarse, esto no es propio de él. El ansia por saber la verdad lo estaba consumiendo. ¿Que razones había para que sus caminos se cruzaran? ¿Cuál era el objetivo de que salieran ese día? ¿Que quería Venti lograr? Su mente se nublaba con la idea de que fuera un sádico que solo quería ver sufrir a Mao.

"Te lo diré, no es necesario recurrir a la violencia, así que sueltame"

Kazuha respiró hondo y lentamente soltó a Venti y este se frotó el cuello, una ligera marca comenzaba a mostrarse debido a la fuerza con la que Kazuha lo sujetó.

"¿Qué te parece si nos sentamos en un lugar más cómodo a conversar? También debería venir Mao"

Kazuha lo pensó y estuvo de acuerdo, Mao también merecía saber la verdad de por qué pasó por todo esto. Nahida se apresuró a buscar a Mao antes de que Kazuha se moviera, mientras Venti movió su mano y en el medio del salón apareció un juego de sillones y una mesita, Venti se sentó e invitó a Kazuha a hacer lo mismo con una sonrisa. No parecía para nada preocupado. Esto hizo a Kazuha aún más impaciente.

Nahida volvió en compañía de Mao y ambos tomaron asiento. Mao se sentó junto a Kazuha, ni siquiera le dedicó una mirada pero esa acción hizo que el corazón de Kazuha se sintiera menos inquieto. Sea lo que sea, Mao está junto a él aquí y ahora.

Venti los miró a ambos con complicidad, era obvio que Kazuha se calmó en presencia de Mao. Eso le pareció adorable. Carraspeó y luego comenzó a hablar.

"¿Por dónde empiezo? Déjenme pensarlo un poco"

Venti guardó silencio un momento.

"Ya sé"

"La historia inicia hace muchos, muchos años..."

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Hace muchos, muchos, muchísimos años, el mundo era gobernado por los dragones pero un día dos estrellas cayeron del cielo y de ellas salieron dos hermanos, gemelos. Estos hermanos sometieron a los dragones por la fuerza y crearon el orden celestial. Les quitaron su poder y los mandaron a vivir en los lugares más remotos de la tierra, siempre manteniéndolos vigilados. Por precaución, a cada raza dragón se le asignó un dios que debía vigilarlo y registrar sus movimientos.

Casualidad o destino, la raza asignada a Venti no era la de los dragones de viento, pues estos dragones eran sus amigos y a ojos del orden celestial Venti podría unirse a los dragones. Así que en cambio se le asignó la raza de los dragones de agua. Tambien se llevaba bien con los dragones de agua hasta que el líder, Neuvillette, murió y un nuevo líder ascendió. Venti perdió contacto con los dragones luego de eso y notificó al orden celestial la desaparición del clan entero. Se habían esfumado. Cómo si nunca hubieran existido.

Tiempo después, en la guerra de los dioses, el nuevo líder de los dragones de agua hizo aparición, su nombre era Sangonomiya Kokomi. Una Sacerdotisa que había estado en BuYan antes, camuflada como humana, usó imaginación para vencer a la Reina del Mar, Raiden Ei. Venti no podía creerlo y rápidamente se dirigió a evitar la confrontación pero llegó tarde, Raiden Ei había muerto. Antes de morir dejó detrás un niño que no parecía tener más de 13 años pero con el terrible poder de la diosa dentro de él. Venti rápidamente se llevó al niño del campo de batalla. El destino de este niño era claro como el agua de manantial. Derrotar al clan de dragones de agua.

Pero Venti no iba a dejar que eso pase. Venti decidió entrometerse en el destino. Este niño era muy joven para hacer algo como eso y los dragones de agua no eran todos malos, Venti los conocía. Solo debía deshacerse del nuevo líder y ahora nueva Reina del Mar. Trató con todas sus fuerzas de arreglarlo por su cuenta pero llevaba años sin conseguir nada de información sobre dónde estaban Kokomi o los dragones. Incluso trató de crear una marioneta con la apariencia y poder de Raiden Ei para que encuentre a Kokomi y la derrote en lugar del niño pero la marioneta desapareció en el mar sin dejar rastro, al igual que los dragones.

Hasta que un día llegó un joven cuyo destino estaba ligado al niño de Raiden Ei. A Venti le dió curiosidad ¿Cómo era posible que un humano estuviera ligado a un semi Dios? ¿Era esto debido a sus propias acciones al cambiar el destino del niño? Atrajo al joven a la entrada de BuYan. Un nuevo plan formándose en su mente.

Si el joven creaba un vínculo con el niño era posible que sus almas se enlacen, y si eso pasaba solo debía dejar que Kokomi se lleve al niño a su guarida y con el joven podría encontrar el camino. Era arriesgado pero Venti confiaba en su fuerza y la de los demás Dioses, apenas Kokomi se lleve al niño, Venti pondría marcha el plan, derrotaría a Kokomi, salvaría al niño y a los demás dragones. El plan perfecto.

Pero el plan salió mal, Kokomi era más malvada de lo que Venti pensaba. Creyó erróneamente que lo que Kokomi quería era afirmar su demonio y el de los dragones de agua sobre el mar, que quizá si encontraba su base todo estaría bien pero tras llegar y no encontrar rastro de Kazuha ni de Kuni se dió cuenta de cuan equivocado estaba. Kokomi era un asesina a sangre fría.

Venti examinó las marcas de batalla en la zona mientras buscaba rastro de alguno de los jóvenes pero solo encontró una espada. La espada de Kazuha. Al estudiarla, Venti, como Dios del destino solo necesitaba algo relacionado con la persona para encontrar información, notó que el alma de Kazuha estaba enlazada con la de Kuni, Kazuha estaba muerto pero afortunadamente Kuni seguía con vida. Kazuha renacerá pero Kuni tendrá que esperar para ser salvado. Venti solo pudo rezar para que Kokomi no lo maltratara mientras esperaba a que Kazuha volviera.

Bandera Negra [Kazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora