7. la bestia

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Se escucho un "¡No es necesario!" De parte de Juan, quien estaba sentado en su cama haciendo un mini berrinche ante Spreen.

El pelinegro frunció el ceño enojado-debes tomarlo, idiota.-le gruño causando que Juan lo mirara mal.-no me veas así, pelotudo.

Juan gruño al escuchar el insulto.-¡Es que te juro que no es necesario! No debiste gastar por mi-susurro el castaño, pero el híbrido lo pudo escuchar.

Y su notorio ceño fruncido desapareció y una cara extrañada apareció.-¿Por qué no debí? Es necesario para tu salud, imbécil-le volvio a mencionar, y el hechicero rápidamente le respondió.

-es tu dinero, y es mi salud, yo lo puedo comprar por mi, no es necesario que te preocupes tanto por mi, ¿Sabes?-respondio con la voz tranquila, cosa que hizo que el azabache se extrañará más.

Spreen lo miro algo extrañado, y juan le devolvió la mirada.-No te preocupes por mi dinero, ¿Si? Ahora toma la poción y ya...-explico el azabache algo nervioso por el contacto visual.

Y Juan solo lo vio algo indeciso, pero agarro el envase color café y se trago el líquido para luego hacer una mueca.-¡Eww! Que asco... Está demasiado asido, ¿Estás seguro que no está vencido?-pregunto el hechicero causando a la vez que agarraba la botella de agua que tenía en su mesita y se la tomaba de un sorbo.

El híbrido soltó una risa suave, risa que hacía poner a Juan nervioso en unos segundos.-estoy seguro, además ya ví la fecha y vence exactamente en diciembre.

El castaño levanto la vista y vio a Spreen algo risueño.-¿Qué es tan pinche gracioso? Pendejo...

El argentino solo lo vio con la ceja alzada.-¿Por qué tan enojado, maguito?

Y rápidamente Juan gruño haciendo que de nuevo el híbrido soltara una ligera risa.-¡Ya basta, animal!

El azabache lo vio en un tono juguetón.-¿Ya basta en que te diga enojado o maguito?-le pregunto mientras se inclinaba levemente hacia Juan.

Un leve rubor apareció en las mejillas del castaño, y rápidamente se levantó de la cama haciendo que quedará más cerca del azabache.-me caes mal...-exclamó el hechicero frunciendo el ceño.

Spreen embozo una sonrisa juguetona.-yo sé que me querés.

El hechicero sintió como sus mejillas se calentaban, y rápidamente se alejo del híbrido danos algunos pasos al lado.-Pendejo...

El argentino abrió la boca para decir algo, pero su teléfono vibró y lo interrumpio.

Juan bajo la vista al teléfono, intentando ver algo pero solo vio su contacto. Y lo distinguió gracias a su foto de perfil donde se miraba al este levitando. Movió la vista y solo pudo leer un "maguito" y alcanzó a ver un... ¿Corazón? No sabía, pero era algo parecido. Rápidamente quitó la vista tratando de disimular.

Spreen subió la mirada hacia el hechicero, y este se puso nervioso por qué pensó que lo descubrió leyendo su teléfono.

Abrió la boca para decir algo inventado, pero Spreen le interrumpió.-Deja contesto algo y ya vuelvo, perdón-hablo rápidamente a la vez que salía de la habitación.

Y Juan se quedó parado ahí, procesando todo lo que acaba de pasar hace unos minutos. Saco su teléfono para ver la hora y pudo alcanzar a ver qué eran las cinco de la tarde.

"¿No eran las dos?"

La verdad es que el tiempo pasaba volando... De hecho había una canción que lo explicaba.

Escucho la voz de Spreen decir algo al teléfono pero no logro distinguir que decía.

Y antes de acercarse a la puerta para escuchar mejor logro escuchar unos pasos, así que rápidamente retrocedió intentando aparentar que veía una teléfono.

┌ミ¿𝙌𝘶𝘦́ 𝙩𝘢𝘭 𝙪𝘯𝘢 𝙖𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘢?━𝙎𝘱𝘳𝙪𝘢𝘯Where stories live. Discover now