Capítulo 3. Otra vez

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Normalmente, cuando vas a dormir, tienes sueños o pesadillas que no recordaras al despertar, a veces las personas las recuerdan todas, o a veces no. Yo suelo tener pesadillas, que generalmente recuerdo, siempre es la misma por un par de meses, luego desaparecen, hasta que un día tengo otra pesadilla, que se empieza a repetir; así se hace un ciclo infinito. Lo que pasa cuando tienes pesadillas tan seguido, es que comienzas a odiar dormir y dejas de hacerlo.

Se estima que entre un 60 y un 80% de las personas con autismo tienen insomnio, entre ese 60 a 80% estoy yo.

Mi primera noche en casa de los Archer fue horrible. Después de desempacar lo más que pudimos, cenamos a las 24 horas, cada quién se fue a su cuarto a dormir, o al menos eso se suponía, pero yo no pude. Llegué a mi cuarto, cerré la puerta, dispuesta a llorar por un buen rato, así lo hice. En algún momento, dieron las 2. Traté de dormir, de verdad lo intenté, pero fue en vano, no había nada que me pudiera hacer cerrar los ojos.

La inmensidad de esa habitación me consumió, me dejé llevar por el vació que había en ella porque también lo había en mí. Me esforcé mucho en no pensar demasiado, pero era imposible no compararla con la casa de papá, se parecía demasiado estando vacía.

No voy a entrar detalles sobre lo que es la casa o que pasaba ahí, solo diré que era una casa de vacaciones en alguna parte de Looville, una ciudad muy lejana llena de personas que quisiera borrar de mi memoria, que hicieron cosas que quiero borrar de mi piel.

Entonces se me ocurrió hacer lo peor que pude hacer, destruir mi cuerpo como quien raya una hoja con fuerza por el odio que le tiene a la vida. Lo hice lo suficientemente profundo para saber que dejaría una marca que sería incapaz de borrar.

Cuando dieron las 6 de la mañana me decidí a mandarle un mensaje a Jaxon, esa era la hora en la que se solía despertar a hacer ejercicio.

Els White: Jax, estas despierto?,

Jax (pendejo): si, pq?

Jax (pendejo): creí q estarías dormida a esta hora

Els White: mala noche, puedo hacer ejercicio contigo?

Jax (pendejo): jaja, aunque me encantaría, sabes que no puedes

Els White: jodete

No sabía que hacer, así que decidí simplemente darme una ducha en el baño. Me metí a la ducha sin pensar mucho en que era compartido y en que Kayden podía entrar en el momento que fuera, cosa que efectivamente termino pasando.

Cuando salía de la ducha él entró.

—¡Elsie!, ¿Qué te pasó?

—Dios, no grites, estoy bien, solo metete en tus propios asuntos —dije y me fui de ahí. No quería que mamá lo supiera, solo quería que me dejaran en paz.

Tarde una eternidad en vestirme, peinarme fue una tortura. Cuando estuve lista para hacer parecer como si todo estuviera bien, fui abajo. Mamá estaba feliz en la cocina con Damon, no había rastros de Kayden.

—Buenos días, Elsie —dijo Damon sonriendo.

—Hola.

—Lucas y Kayden fueron a comprar unas cosas, si necesitas algo puedes mandarles mensaje para que lo traigan.

—Mamá, no tengo su número.

—Metieron tu nuevo celular al grupo de la familia, usa tu nuevo celular, Damon lo compró para ti.

—Está bien.

Fui a mi habitación por mi nuevo celular, dediqué 30 minutos de mi tiempo a mover todos mis contactos a ese estúpido teléfono, además de configurarlo para que se viera e hiciera exactamente lo que yo quería. Para que fuera exactamente como mi teléfono anterior. Excepto por una cosa, no iba a mover a Jaxon a ese teléfono.

La Chica de ArcillaWhere stories live. Discover now