Cuenta Conmigo 🤝

Teddy...

Habíamos caminado unos cuantos kilómetros dentro de las vías del tren y para ese momento no había pasado ningún inconveniente por el cual nos preocupáramos o tuviéramos algún miedo, al contrario, todos estábamos felices de poder salir aunque sea unos 2 días como un equipo; estábamos cantando diversas canciones que nos venían a la cabeza hasta que me fije que Chris estaba bebiendo lo ultimo que quedaba en su cantinflora

La rellenaremos en el de desarmadero - Dije - Mi padre me dijo que hay agua potable ahí

Y si esta Chopper? - Pregunto Vern

Si Chopper esta, te enviaremos a ti - Respondió Chris a lo cual Vern dio una risa sarcástica

Oigan, tengo hambre ¿Quién tiene comida? - Pregunto Vern, y no tenia menor duda que tenia razón, habíamos salido al medio día y nadie había comido ni desayunado bien

¡Yayos! Alguien trajo algo? - Respondió Teddy mientras todo el grupo nos deteníamos en medio de las vías

Yo no - Dijo Chris - Tu Gordie?

Esto es genial, ¿Qué vamos a hacer? ¿Comernos los pies? - Reprocho Teddy

¿Tu tampoco trajiste nada? - Pregunto Chris mientras esperaba que Teddy mágicamente resolviera la falta de comida que teníamos

Mierda - Dijo Teddy - No fue mi idea. Fue idea de Vern ¿Por que el no trajo nada tampoco?

¿Qué esperabas de mi? - Respondió molesto Vern - ¿Debo pensar en todo? Traje el peine

Genial trajiste el peine - Dijo mas molesto Teddy - ¿Para que lo quieres? No tienes ni un pelo!

Lo traje por ustedes malagradecido! - Respondió Vern gritando

Y antes de que se comenzara a solucionar todo a base del puño limpio, comencé a levantar la voz pidiendo que todos se calmaran y pensáramos un momento sin la necesidad de pelear

Veamos cuanto dinero tenemos - Propuse mientras comenzaba a revisar mis bolsillos

De inmediato todos nos sentamos a contar los pocos centavos de mesada que cada quien había traído para poder así solucionar cualquier problema, nos habíamos sentado en circulo en medio de las vías para así poder juntar todo el dinero en mis manos y contar centavo por centavo, lo mas chistoso de todo es que hasta el día de hoy recuerdo perfectamente cuantas monedas tenia cada uno, y tomando en cuenta que por esos años con 50 centavos podías comprar muchas cosas entonces comenzamos a buscar hasta en nuestros calzoncillos

Yo tenia 1 Dólar y 2 centavos

Chris 68 centavos

60 centavos de Teddy

Y solo 7 centavos de Vern quien se excuso en no encontrar todas sus monedas que para ese punto creíamos como una falsa promesa

Entre todos habíamos recolectado 2.37 Dólares lo cual nos alcanzaría para una cena algo buena, y para ello iríamos a la vieja tienda Quidacioluo's que quedaba al final del camino que pasaba junto al deposito, así que teníamos la tienda algo cerca relativamente, y en cuanto nos levantábamos para seguir nuestro camino comenzamos a sentir que las vías se movían algo brusco.

Viene el tren - Dijo Chris mientras veíamos como estaba algo lejos la locomotora

Todos comenzamos a saltar de las vías para poder dejar pasar la locomotora sin ningún problema, pero Teddy se había quedado aun en las vías.

Vamos Teddy - Le deciamos mientras este solo negaba la orden y decia - Lo esquivare...

Vamos Teddy, sal de las vias, estas loco? - Reprochaba Chris mientras veía cómo poco a poco el tren se iba acercando

Esquivare el tren... Sera genial - Decía una y otra vez Teddy mientras comenzábamos a insistir con que se bajara de las vías a su vez veíamos la locomotora acercarse mas y mas con su pitido cada vez mas y mas fuerte

Como en Normandía - Decía Teddy antes de imitar el sonido de una ametralladora apuntando al tren, inmediatamente y viendo la ya mas amenazante distancia del tren, Chris salto de nuevo a las vías buscando sacar a Teddy a la fuerza de ahí - Quítate!!! Quieres morir?!?! - Gritaba Chris mientras que con estires y aflojes intentaba sacar a Teddy de las vías mientras se escuchaba el pitido con los gritos de Teddy diciendo "Déjame!!! Puedo hacerlo!!!"

Al final pudo hacerlo, continuando con sus gritos de ambas partes y Vern y yo intentando separarlos para no llegar a los puños, a su vez el ruido del tren a toda marcha junto aún último pitido se escuchaba en nuestras espaldas