Capítulo 1 Pintura en el café

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Un nuevo año ha comenzado, y estoy empezando a resignarme de mi realidad. Aún faltan algunos días antes de regresar a la preparatoria, mis últimos días de paz y tranquilidad, antes de volver a la ajetreada vida social.

Como si tuviera opción.

Después de pensar en mi existencia, escucho a mi madre gritarme desde el primer piso. Así que, pidiéndole permiso a mis pies bajo al comedor.

Donde mi madre con su escandalosa voz canta una canción de Britney Spears, la verdad no tengo idea cuál es, no soy tan fan de su música; siendo sincera.

Cuando tomó en el modesto comedor de madera, sólo observo en silencio a mi madre como se mueve de acá para allá al ritmo de la canción.

- Oh, buenos días cariño-. Me saluda en cuanto se da cuenta de mi presencia.

- Buenos días ma- respondo el saludo vagamente.

Y así termina nuestra pequeña conversación de la mañana, casi no hay nada que decir durante estas horas. Al menos no la mayoría del tiempo.

Mientras trato de permanecer despierta en la mesa, mi madre me coloca un simple desayuno de dos huevos revueltos con tostadas y un pequeño tarro de mermelada al costado.

Observó el desayuno y me levanto por el jugo de naranja que tanto me encanta, no soy tanto de café, prefiero algo más dulce y algo ácido para tener las energías necesarias para el día.

Una vez servido regreso a la mesa y consumo el desayuno mientras reviso redes sociales, para navegar por la vida de de cientos de extraños que tienen mejor vida que yo; en cierto modo es entretenido.

Al terminar, sólo coloco los platos en el fregadero y subo hacia el segundo piso; específicamente a mi cuarto, mi lugar seguro en toda la casa. Una vez ahí me dispongo a continuar un dibujo en acuarela recién empezado de ayer. Me gusta experimentar con pintura y texturas. Siento que así le da más viveza a lo que hago.

Una vez terminado, lo observo unos segundos antes de colocarlo en mi caja de cuadros terminados, ahí está mi trayectoria en el mundo de las acuarelas, por lo menos de estos últimos tres años que llevo haciéndolo. Cuando me siento estresada los observo. Eso hace que me calme y piense con la cabeza fría.

-¡Emma voy a salir con Johan, vuelvo en la noche!.- mi madre me avisa desde el primer piso.

Suspiro. Otra vez va a salir con ese tipo sin vergüenza. Ya es la tercera vez esta semana, no me agrada para nada ese Johan, se hace el santo con mi madre y me acosa continuamente. Qué asco, es un cuarentón bueno para nada. Pero mi mamá no lo entiende, siempre cree que es otro de mis berrinches. Por favor, ya no soy una niña.

Decido quitarme la pijama y ponerme algo más casual para el día, mi atuendo consiste en una blusa negra con un corazón roto ilustrado, unos jeans algo rotos y para completar mis tenis favoritos.

Como mi mamá no va a estar en casa un rato, no es necesario avisarle que saldré. Recojo las llaves de la casa y cierro bien la puerta con seguro. Una vez afuera con mi mochila en mi espalda, comienzo a caminar hacia una cafetería local que se encuentra a dos calles de mi casa. Ahí sirven un café helado muy bueno a decir verdad.

Al llegar el aroma a café se percibe desde la entrada. Este lugar es como un segundo hogar para mí. Un lugar rodeado de naturaleza, enredaderas, le da un toque mágico al lugar. 

-¡Hola Emma!.- Saluda enérgicamente Ginger detrás del mostrador, - ¿lo de siempre?.

-Ya sabes que si Gin, aquí tienes- digo mientras de mi cartera saco un billete de 20 dólares, el cual entrego a Ginger, y ella hábilmente me da el cambio, -Me sentare por ahí.

Una vez hecho esto, me doy la vuelta, para caminar sobre las diferentes mesas que hay vacías. Hasta qué decido tomar asiento en una pequeña mesita rústica de dos asientos, con una agradable vista hacia la calle. Con un suspiro comienzo saco de mi mochila un pequeño cuaderno lleno de pegatinas, el cual tiene escrito "sketchbook" con una hermosa caligrafía en cursiva, seguido de un lápiz y borrador.

Comencé a dibujar, nada en concreto en realidad. Solo dejo que mi mano me guié hasta que algo se comience a plasmar. Mientras lo hacia, poco a poco en mi mente se me ocurre una idea para un cuadro. Así que paso rápidamente de pagina, y comienzo a bocetarlo.

-Aquí tienes Em-, llega detrás de mi, con una bandeja en manos. -Un latte de caramelo y una rebanada de pastel de fresa, tus favoritos.

-Oh, gracias Gin.

-Y dime, ¿Como ah estado la cafetería últimamente?.

-Ah estado bien, un poco tranquila pero si ah habido movimiento de cliente,- menciona abrazando la bandeja entre sus brazos delgados.

-¿Enserio?, es extraño tanta tranquilidad, en este mes es en el que más trabajo hay, y no me digas que no es cierto,- mencione mirándola de reojo.

-¿Hay algo que te preocupa?.

-No es nada, es solo que mi jefa quiere que realice un evento artístico para atraer gente.-Hace una mueca al mencionarlo - pero sabes bien que no se nada de ese tema. Así que me preguntaba si ¿me podías ayudar con eso?.

-Gin, no estoy muy segura de eso-, respondí dudosa. -¿Y si lo arruino?.

-No lo harás, confía en mí.

-Además. Si lo llegas a arruinar, la que se quedaría como responsable sería yo.- Se señala a ella misma.

-Tampoco quiero perjudicarte.

-Ya te dije que no lo harás, en estos dos años que llevo conociéndote, confío mucho en ti, jeje.

-Esta bien, lo haré.

-Así se habla.- Toma asiento en la silla vacia delante de mi-. Tenemos mucho que planear.

Paso la hoja de mi libreta además de sacar un poco mas de material de mi mochila. Unas acuarelas de emergencia que suelo llevar. Siguiendo las ideas de Ginger comienzo a bocetear y colorear. Seguidamente le muestro mi progreso y ella muestra su aprobacion exhaustivamente; es muy expresiva a decir verdad.

-¿Esta abierto?.

Una tercera voz me sorprende y dejo caer el pincel con pintura roja. Al voltear veo a una pesadilla andante. 

-No puede ser, ¿Emma? ¿Sigues viva?-, otra de las bromas pesadas de Ethan.

-Si, Ethan, sigo viva-, respondo sin muchos ánimos, - el hecho de que mis padres se divorciaron, no significa que me valla a suicidar; genio.

-Ya cálmate "artista de closet", solo es una broma-. Camina con sus dos amigos a la barra.

Suspiro mientras vuelvo mi vista a mi cuaderno. Hasta que me doy cuenta que el pincel cayó en mi latte.

-Oh, genial.





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⏰ Last updated: May 01 ⏰

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EmmaWhere stories live. Discover now