•⇝ 𝓣𝓸𝓻𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪 ⇜•

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—No sé qué planeas para mi hija, pero sea lo que sea, no permitiré que salga herida—demandé con voz autoritaria—. Lleva mi sangre, después de todo. Así que mantente al margen con ella.

¿Quién lo habría imaginado? Después de tantos años, ella seguía viva. Su presencia me recordaba tanto a mi difunta esposa. Cabello ondulado, ojos compasivos y del mismo tono, piel ligeramente pálida y, sobre todo, esa insaciable necesidad de proteger a los demás.

Era como contemplar un retrato de su madre, una versión que pensé que se extinguiría. Fue precisamente esa absurda y obstinada nobleza que la llevo directo a la tumba.                                                                                                    ↫↫ ʀᴏᴏꜱ ᴀꜱᴀɴᴀɢɪ (ʀᴇᴀᴅᴇʀ) ↬↬

Muerte ¿Qué opinan de la muerte? ¿Tranquilidad? ¿Paz? ¿Un sueño eterno?

Tantas respuestas y ninguna me representaba. ¿Será miedo?, ¿Acaso le temía a la muerte?

No lo creo. Siempre sentí que había más que oscuridad. Que no somos simplemente materia que esta destinada a descomponerse y terminar en composta. Que siempre habrá "luz en la oscuridad".

Es curioso, ¿verdad? A pesar de estar al borde de la muerte, siempre pensaba en lo positivo de las cosas. Creo que fue esa actitud que Hina decía odiar. Repetía que no medía el riesgo de una situación.

Después de todo, creo que tenía razón....

Desde que tengo memoria, mamá siempre resaltó mis dotes de resistencia en los deportes

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Desde que tengo memoria, mamá siempre resaltó mis dotes de resistencia en los deportes. Si había un campeonato de vóley, ahí estaba yo. Si había un torneo de básquet, ahí estaba yo. Si había uno de fútbol, ahí estaba yo. Pasé la mayor parte de mi vida practicando todo tipo de deportes físicos, y no me arrepentía. Después de todo, pude aprovechar toda esa agilidad en el momento de huir de ese demonio.

Ahora, lo único que me importaba, era el bienestar de Hina y esos dos. Por alguna razón, estos días compartidos con Mefisto y Akuma-kun me resultaron extrañamente divertidos. Ja, ¿quién lo habría pensado? Tener a ese peligris de compañero no resultó tan tedioso como esperaba.

Intenté moverme. Pataleé, me revolqué e hice de todo lo que estuviera a mi alcancé para liberarme de la maldición. Sin embargo, por alguna razón, mi cuerpo no reaccionaba. ¡Nada parecía funcionar! Tampoco los gritos que intentaba dar me sentían muerta. Con la única diferencia que percibía y escuchaba todo a mi alrededor. Como en estado vegetal.

Las lágrimas no tardaron en aparecer, era lo único que podía hacer. ¿Tanto miedo le tenía a la muerte? No, no era miedo, era preocupación. Aún me faltaban tantas cosas por hacer que me aterraba la idea de irme antes de cumplirlas. ¿Cómo saldría de esta? ¿En serio moriría así?

𝑳𝑼𝒁 𝑬𝑵 𝑳𝑨 𝑶𝑺𝑪𝑼𝑹𝑰𝑫𝑨𝑫: (𝑰𝒄𝒉𝒊𝒓𝒐 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora