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15 AÑOS DESPUÉS...

Antes de salir de la cueva, me asegure de que todo a mí alrededor fuera seguro.

Empecé a correr sin dirección alguna, deje que mis piernas guiarán mi cuerpo a donde sea que fuera; di un gran salto para así dar paso a mi transformación.

Caí en mis cuatro patas y seguí corriendo.

Hacia esto todos los días cada que salía el sol, monitoriaba el área para asegurar mi seguridad, la de Erika y nuestro compañero Uris. Cazaba algunos conejos para ellos y algunas ardillas para mí.

Amaba la tranquilidad que emanaba la mañana de hoy, mire hacia el cielo y en efecto apenas empezaba a salir el sol.

Amaba la combinación de colores que formaba el amanecer, sus cálidos tonos me traían una solemne paz.

Pare en seco cuando note que frente a mí se encontraba el gran lago que dividía el bosque helado de Frigus Draconis, significando una cosa: me había alejado demasiado de la cueva.

Maldije internamente por mi distracción y retrocedí unos pasos para darme la vuelta y así devolverme.

Pero volví a parar cuando se me vino una mala idea a la cabeza: ¿Qué tal un baño?

Guié mis pasos al lago y entre en este por completo dejando mi cabeza por fuera, mala idea.

Me estremecí por completo al sentir lo fría que estaba el agua. No tarde mucho en el agua y salí de esta aun en mis cuatro patas, sacudí mi cuerpo para librarme de aquella molesta sensación de frió y me senté para empezar a lamer mi cuerpo.

Mis sentidos se activaron cuando escuche pasos aproximarse hacia mí.

Me puse en posición de ataque y lentamente empecé a direccionar mis pasos en dirección opuesta de donde venían los pasos.

Iba a correr pero me detuve cuando un sujeto se posiciono frente a mí apuntándome con un arco; un cazador.

Este bajo un poco su arco para detallarme mejor. Sentía su pesada mirada sobre mi, cosa que me inquietaba demasiado. Él intento acercarse a mí pero inmediatamente empecé a gruñir; cosa que hizo que él se alertara y volviera a levantar por completo su arco.

Maldita sea, ese tipo iba a matarme y usar mi piel para crear un patético abrigo.

Debía actuar ahora o me mataría.

Antes de ejecutar mi pésima idea, lo observé detalladamente.

El tipo media al menos un metro setenta y siete, su cabello era largo; llegaba al menos hasta sus hombros.

Pero lo que más me llamo la atención fue su cicatriz en su ojo derecho, una cicatriz bastante notoria.

Y sin pensarlo dos veces, corrí sin mirar atrás.

Escuche el ruido de la flecha ser lanzada y pare en seco cuando la misma se clavó en la nieve justo frente a mí. Corrí nuevamente sin mirar atrás, escuchando sus claros pasos detrás de mí.

Debía desviarlo si no quería que encontrase el escondite.

Gire a mi derecha atravesando unos arbustos y volví a girar a la derecha para esconderme tras una gran piedra.

Él también atravesó los arbustos y se detuvo al no encontrarme, vi como el tipo miraba a su alrededor intentando buscarme. Lo vi caminar en otra dirección y encontré la oportunidad de escapar.

Cuando dejo de estar en mi campo de visión, no lo dude, y corrí pero ahora en dirección a la cueva.

Corría sin parar al no sentirme segura.

Nación De Fuego [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora