*Mundos ocultos, guardianes revelados*

Espejito, espejito...yo siempre fui el más bonito.

Sigo saludando a mi pueblo desde el auto, salido y saco mi mano por la ventana para saludarlos.

Todos gritan "Viva el Rey", parecen eufóricos, se acerca el día de la coronación, saben que tendré la oportunidad de reinar, ya no tomara todas las decisiones el consejo.

Dejo de saludar y guardo de nuevo mi mano, hago que cierren la ventana.

Cómo se le ocurre a Cataleya escapar cuando ya estamos a pocas semanas de ese gran día, ¿que mal pude haberle hecho para que me ridiculice de esta forma?

Tomo uno de los teléfonos disponibles en el auto y marco el número de Maximus mi consejero, después de unos segundos me contesta:-Tardaste demasiado tiempo en contestarme, si estuviese muriendo no podría contar contigo-Contesto y no me siento muy amigable hoy.

-Lo lamento, Su alteza. No volverá a pasar-Contesta y su voz parece cansada.

-¿Esta bien? Le dije que duerma temprano, siempre está cansado, obedezca y estará bien.

-Si, su alteza.

-Pero bueno... ¿Tienes noticias de la chiquilla?-Pregunto.

-No, su majestad, nadie la vio irse y durmió a los guardias que estaban de turno en la reja del castillo.

-Pero que par de incompetentes, despide ambos-Contesto y cómo una de mis uñas.

La escupo cuando la tengo en mi boca.

-Si, señor.

-Llama a todos los guardas, diles que se reúnan en la sala del trono, quiero hablar personalmente con todos.

-Si, señor-Contesta y cuelgo la llamada.

Dejo caer el celular en el cajón donde estaba.

Toco la ventanilla que separa al chófer de mí.

Él la abre. Puedo verlo por él espejito;-De vuelta al castillo.
Él asiente con la cabeza y da la vuelta.

Pasan unos minutos, bajo del auto ni siquiera espero que abran la puerta del auto, yo me hago paso, salgo y me dirijo a toda prisa al salón del trono.

Dos guardas caminan junto a mí, subimos las escaleras y llegamos finalmente al salón del trono.

Puedo verlos a todos reunidos como les dije, todos hacen una reverencia al verme, están formando una fila frente a mí, puedo ver a Maximus en medio de todos ellos.

Se ven imponentes, que triste que la mayoría sean unos idiotas que no saben ni siquiera desenfundar bien una espada.

-Que bien se ven...-Contesto y les sonrío.

-¡No puedo creer que lo dejará a una semana de su coronación, mi señor!, es una malcriada y una irrespetuosa-Dice Maximus y por su expresión parece muy enojado.

-¿Que le hace creer?-Pregunto

-¿Que mi señor?

-¿Que puede hablar de la princesa de esa manera?

Él baja la mirada en señal de respeto y pide disculpas.

-¿Que pasa en este castillo? todos se atreven a decir cosas como esas frente a mí-Digo y trato de mantener un tono de voz adecuado, pero realmente quisiera gritarles todos.

-¿Que vamos hacer mi señor? no podemos presentarlo sin su hermana el día de la coronación-Contesta Maximus aún con su cabeza agachada.

Y de pronto recuerdo, -Cuba-, es la solución. Miro hacia arriba y agradezco a mi Rey. bajo la cabeza y llamo a Daniela, una de mis mejores guerreras.