I

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Los concursantes estaban bailando y cantando en su hora de tiempo libre, pues no había mucho más que hacer. Siempre se lo pasaban en grande cuando se juntaban y ponían música en la sala de ensayos. Hoy no era diferente, por supuesto. Lo único parcialmente nuevo era la sensación que tenía Violeta en el cuerpo: calor, mucho calor. Pero no ese calor de verano, de querer quitarse la camiseta y quedarse tirada en el suelo durante horas. No. Un calor que le consumía por dentro, un calor del que no podía deshacerse de cualquier manera. Un calor que le había provocado cierta persona de la academia.

Entre tantas canciones aleatorias que sus compañeros ponían, no había manera de que no les tocara cantar I Kissed a Girl por lo menos una vez. Y la verdad es que siempre que tenían oportunidad, la aprovechaban. Sin embargo, esta vez era diferente para Violeta. Mientras que en esta actuación Chiara estaba mucho más suelta, más risueña y pasándoselo estupendamente, Violeta había entrado en un bucle sin salida. Sabía perfectamente que tenía a una persona maravillosa esperándola fuera. Sabía que al salir de ahí, seguramente se arrepentiría de todos los pensamientos que estaba teniendo en la academia. Y aún así, no podía parar de mirarle la boca a la morena. 

Cada vez que se acercaban y se quedaban a escasos centímetros, tenía ganas de acortar las distancias y estampar sus labios contra los de la británica. Es verdad que no es la primera vez que le pasaba, pero hoy se encontraba especialmente desconcertada con el anhelo que tenía de besarla, con el ansia que le quemaba por dentro.

Sabía que no era la única, o al menos eso quería creer. Chiara la miraba con ojos llenos de deseo, se veía a leguas. Se había dado cuenta de las veces que la ojiverde le apartaba la mirada, muerta de vergüenza. Pero también se había percatado de la manera en la que sus roces se hacían eternos sobre su piel, contradiciendo la definición de roce. La forma en la que agarraba su cintura con desesperación mientras se pegaba a ella y se relamía los labios repetidamente cuando la tenía cerca. Y a Violeta le encantaba. La mayoría de veces se sentía una puta narcisista de mierda, pero joder, le encantaba gustar. Y sobre todo, le encantaba gustar a una persona que le gustaba.

De vez en cuando se le pasaba por la cabeza la idea de sobrepasar ciertos límites para ver hasta dónde llegaría el aguante de su compañera. Quería tentarla, provocarla hasta que se cansara de sus juegos y dejara de lado esa supuesta inocencia que la caracterizaba. Fantaseaba con que la empotrara contra el espejo de la sala de ensayos y se pusiera de rodillas para ella y...


♡♡♡


—¿Dormimos juntas hoy? —tanteó la pelirroja, mirando los ojos de la inglesa y acercándose para apoyarse a un lado de la litera. La morena escaneó el cuerpo de Violeta con los ojos y se hizo a un lado. Esta noche iba a ser divertida.

—Claro, no veo por qué no —respondió Chiara con seguridad, dedicándole una sonrisa cálida a la pelirroja.

Al dar la respuesta que aparentemente quería escuchar la reportera, Chiara se metió en la cama rápidamente, no antes de quitarse los pantalones y dejarlos tirados en el suelo.

—Así duermo más cómoda —aseguró la morena— además, siempre que duermo contigo tengo bastante calor. «No eres la única que pasa calor», pensó la pelirroja para sus adentros.

—Pues si nos ponemos así...igualdad de condiciones, amor —respondió Violeta, encogiéndose de hombros, como si no quedara otra opción.

Chiara se rió por lo bajito al escuchar la respuesta de Violeta y observó la manera en la que la pelirroja se bajaba el pantalón del pijama, quedándose tan solo con una de sus camisetas holgadas. Esas maravillosas camisetas que le quedaban tan bien. Al darse cuenta del repaso que le estaba dando, se mordió el labio inconscientemente y tragó saliva. Habían dormido juntas más veces, pero esta era la primera vez en la que lo hacían con tan poca ropa de por medio.

Violeta no tardó mucho en meterse en la cama, haciendo que Chiara se acercara a la pared para dejarle algo de hueco. Sin pensarlo mucho, la morena dejó su brazo izquierdo estirado sobre la almohada, con la intención de que la pelirroja se tumbara encima para poder abrazarla. La reportera entendió la idea que tenía la más pequeña y se acurrucó junto a ella, pasando la mano por su cintura para acercarla más. La mano de Violeta se coló por debajo de la camiseta de la inglesa y empezó a acariciar su piel suavemente, dibujando círculos imaginarios con las yemas de los dedos. 

Chiara suspiró levemente. Su tacto le erizaba la piel. Sentía que era algo a lo que estaba tan acostumbrada en tan poco tiempo. El calor del cuerpo de Violeta, sus manos posándose en su cintura. Su muslo apoyándose sin ningún tipo de pudor sobre sus propias piernas desnudas.

Mientras tanto, Violeta seguía pensando en el ensayo de antes. Había despertado algo en ella que no se podía apagar. El calor del cuerpo de la chica que tenía a su lado no ayudaba en absoluto. Al contrario, le hacía perder el juicio. La culpabilidad que sentía al pensar en su novia se desvanecía poco a poco, muy a su pesar.

En un arrebato de valentía, pegó su cuerpo aún más al de la ojiverde y pasó su pierna por encima de las piernas de la inglesa. Después de pensarlo durante un total de dos segundos, llegó a la única conclusión que su cerebro pudo formar en ese momento: lo que pasara esa noche, sería problema de la Violeta del futuro. Lo que tenía claro, era que necesitaba sentir a Chiara. Aún no sabía de qué manera, pero lo necesitaba.

—Hueles tan bien Kiki —susurró Violeta de repente, cerca de la oreja de la morena, provocando que un escalofrío se pasease por todo el cuerpo de Chiara— no sé qué perfume usas, pero joder, es adictivo.

La morena no se esperaba el acercamiento tan súbito. Con la mano que tenía libre, clavó sus uñas en el colchón, aguantándose las ganas de hacer cualquier ruido y quedar como una imbécil que no se sabe controlar. Violeta no tenía ni idea de lo que estaba provocando en ella en ese instante. 

—No hagas eso, Violeta —murmuró la morena mientras apartaba un poco la cara.

—¿Qué no quieres que haga? —susurró Violeta de nuevo, haciéndose la tonta y volviendo a acercarse al cuello de la británica. Sabía perfectamente lo que estaba haciendo.

—Fuck. Eso —exclamó Chiara algo irritada por el vacile de la pelirroja— no soy de piedra, Violeta. Me pone.



bueno chicas, creo que sabéis perfectamente de qué ensayo de ikag estamos hablando en esta historia...y mi pregunta es....quién estaba más cachonda, violeta, la kiki o nosotras???

esta es literalmente mi primera vez escribiendo y no sé cómo va a salir, solo sé que es una guarrada con todas las letras y que no me arrepiento :)

por cierto, por si no quedaba suficientemente claro, aquí vayolet va a poner los cuernos a la nword de una manera u otra y es por supuesto, algo que no apoyamos pero por motivos ficticios, vamos a tolerar en esta historia!!

un besOT <3



i hope my girlfriend don't mind it | violeta + chiaraTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang