Capítulo 1

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Mía...

-Bueno, vamos a recibir con gran gusto ahora a Mía Curbelo, ¡Vamos!- dijo Santi apuntando a la puerta mientras entraba, empecé a escuchar como la tribuna gritaba como loca y yo sonreí por eso.

-¡Hola Santiii! -lo saludé con emoción. Nos saludamos con un beso y me paré a su lado.

-Holaa, ¿Cómo andas?, ¿Muy nerviosa? -me pasó el micrófono.

-Bueno... Si te soy sincera, sí. Muy nerviosa -reí un poco, intenté disimular pero hasta la respiración me fallaba.

-Bueeeno, pero vos tranquila que ya te digo que a kilómetros se nota la buena vibra que tenes- dijo eso y la gente empezó a gritar- además te digo, lo hermosa que estás ¡Por Dios! -me agarró de la mano y me dió una vuelta mientras yo reía.

No me había esmerado mucho, me si me había estresado mucho ya que no escontraba nada que me gustara hasta que encontré este conjunto blanco de una pantelona con un top que me gustó bastante para la ocasión.

No me había esmerado mucho, me si me había estresado mucho ya que no escontraba nada que me gustara hasta que encontré este conjunto blanco de una pantelona con un top que me gustó bastante para la ocasión

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-¡Gracias Santi! -dijo emocionada. Siempre me había gustado que me hicieran ese tipo de comentarios... Siempre y cuando no sean irrespetuosos, claro.

-Y contame, ¿está alguien de tu familia acá?, ¿Amigos o algo?

-Siii obvio, vinieron mi mamá, mis mejores amigos- los apunté.

-Bueno ¡Anda a saludar! -Santi apenas dijo eso y yo ya estaba corriendo hacia ellos como una loca, sabía que no los iba a ver por unos cuantos meses.

Sentí algunos sollozos de mi mamá cuando me abrazó y gritos de mis amigos y amigas, empecé a llorar yo también. No me quería separar de ellos.

Volví con Santi con algunas lágrimas en los ojos pero más las limpié, no quería que la gente me viera débil desde antes de entrar a la casa.

-¡No quiero verte llorar, Mía! Tenés que estar feliz, ¡Vas a entrar a la casa más famosa del mundo! -Santi trataba de animarme, lo que me ayudó.

Nos saludamos otra vez y Santi me dió mi respectiva valija, después me llevaron hasta la casa y en la entrada me encontré con Juli Poggio, amaba a esa mujer y me puse medio nerviosa teniendo su presencia adelante pero me dió algo de gracia ya que las dos estábamos tratando de luchar contra los bichos que estaban ahí. Podía jurar que incluso ví una cucaracha subiendole por el vestido, le hice una seña para que se diera cuenta y ella me dió un guiño disimulado, haciéndome entender que estaba al tanto.

-Bueno, ¿Tenés alguna estrategia para adentro de la casa, Mía? -me preguntó, yo veía la puerta mi costado casi sintiendo una taquicardia.

-La verdad, ahora al principio no, quiero ir haciendome las estrategias a medida de que el tiempo pase e ir leyendo a la gente para después pensar en algo -dije con una sonrisa.

-Improvisada, ¡Me gusta! -rió -Bueno, ¿estás lista para entrar a la casa más famosa del mundo?

-Pa... No -reímos las dos -Nah, mentira, si si estoy lista. -me froté las manos y agarré mi valija, me despedí de Juli y llegué hasta la puerta.

Lucía Maidana || Gran Hermano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora