Naciste en 2019, ya habían pasado 6 años desde que los infectados arrasaron el mundo. Ahora, te llevan a Boston a una escuela militar, tu acompañante de asiento que en un principio pensaste que solo la verías una vez en la vida, en realidad seria la...
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Ya habían pasado unas semanas, más bien, dos semanas desde que soy Luciérnaga. En ese tiempo, solo seguía asombrándose de la inmunidad de Ellie y no era el único, Melanie, Warren quien era el otro luciérnaga y Marlene, que no lo demostraba mucho, estaban igual de sorprendidos.
También supe porque teníamos que llevar a Ellie al Hospital de Saint Mary, ya que allí estaba la mayoría de los Luciérnagas y equipo para desarrollar la cura. Con todo eso, Ellie parecía contenta, le gustaba ser la llave para algo tan importante y cuando hablaba de eso conmigo, se echaba flores y se subía el ego ella sola. Y por último, en donde estaba el campamento de los... de nosotros los luciérnagas, a una esquina escondida de Boston, lejos de donde estábamos. Ahí se encontraba Trevor y unos pocos luciérnagas más...
Un día, después de que Marlene junto a Melanie y Warren, lograran hacer trato con Robert sobre las armas, las cuales dejaron en el campamento. Escuchamos como múltiples pisadas y golpes a las puertas se acercaban al apartamento abandonado en el que estábamos, eran militares de Fedra que habían descubierto nuestro escondite. Logramos escapar, pero por la sorpresa, mataron a Melanie y atraparon a Warren. Según escuche decir a Marlene, Warren sería usado como chivo expiatorio, para echar la culpa a los Luciérnagas sobre todo lo malo que pasa. Como los infectados... esos malditos militares de Fedra.
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Ahora ya estábamos en otro lugar el cual sugirió Marlene, como plan B por así decirlo. Es un restaurante, obviamente abandonado y con musgo cerca de las ventanas, pero cumplía su función... era seguro...
—¿Cuánto le faltara a Marlene?—Me preguntó Ellie, mientras miraba su navaja.
—No lo sé, aunque siento que se demorara. Después de lo que le pasó a Melanie y a Warren...—Dije, recordando que el plan de que ellos tres salieran de Boston por un lugar y que nosotros con un contrabandista por otro lugar totalmente distinto, juntándonos en el capitolio con otros luciérnagas. Todo eso, al perder a Melanie y a Warren, se fue a la mierda... Si queríamos salir, teníamos que ir los 3, obviamente con ayuda...
—Ah... ni me lo recuerdes. Todo se fue a la mierda en ese momento—Balbuceo Ellie, sentada en el suelo y apoyada en la pared—Pero bueno... ¿Sabes? Tengo demasiadas ganas de leer un chiste. Si solo esos desgraciados militares no hubieran aparecido tan rápido, me hubiese dado tiempo a ponerlo en mi mochila.
