🪷Capitulo 10🪷

23 4 7
                                    

Mayo 2016

No puedo dejar de sonreír.

El baile de promoción está ambientado en los 90. La música disco que sale por los altavoces nos invade y nos hace movernos sin dejar de reír.

Veo a mi hermana en una de las esquinas del gimnasio del instituto, y la sonrío. Me alegra que este aquí compartiendo conmigo mi baile y mirando hacia otro lado cuando Chase y Ryan han echado vodka en el ponche.

—¡Me encanta esta canción! —Tina tira de mis manos hasta que consigue que me ponga a bailar.

Hemos pasado por canciones que no había conocido en la vida como el Luvstruck. Luego hemos tenido una racha de un grupo que gracias a varios profesores hemos descubierto que se llama Orion Too y ahora mismo, Tina y yo lo estamos dando todo con el Living a Lie.

Tengo que agradecer que no demasiadas canciones me pillan por sorpresa debido a que mi hermana me hizo escucharlas para ver como de agradable iba a resultarme vivir una noche de casi dos décadas pasadas. Lo peor había sido el vestido. Esta lleno de lentejuelas de colores y puedo asegurar que pica aparte de ser demasiado corto para mí.

Todo es perfecto, aun queda una hora de disfrute y después la fiesta sin adultos y sin carabina en casa de Ryan. Todo está preparado. Al final es la noche en la que dejamos de ser niños y comenzamos a ser un poco adultos.

Los primeros acordes de Saturday Night, comienzan a sonar, y no tardo en notar las manos de Ryan en mi cintura mientras pega mi espalda a su pecho y se mueve al ritmo que marco. Un pequeño ruido de fuera me sobresalta, pero no le doy importancia, esta es nuestra noche y no tendremos otra así en la vida.

Cierro los ojos por un segundo y al abrirlos de nuevo, mi hermana está corriendo hacia nosotros mientras un sonido alto y seco suena repetidamente a mi alrededor. No me he dado cuenta en que momento Ryan se ha doblado sobre mi espalda intentado cubrirme con su cuerpo, pero creo que no ha funcionado.

Noto la humedad en mi cuello y el tirón de mi hermana sacándome de los brazos de Ryan y arrastrándome hasta el pasillo del instituto.

—Ky que está pasando.

—¡Corre Dessa!

Sus dedos se agarran a mi muñeca con más fuerza cuando los últimos ruidos llegan desde el gimnasio. Mierda no estoy segura de poner correr más, y mi hermana ha debido notarlo porque se ha parado frente a mi taquilla. La condenada 430 con problemas para abrirla.

Sin soltarme, golpea con nuestras manos tres veces la misma bisagra y la puerta de la taquilla se abre mostrando solo oscuridad. No queda nada de las fotos que había pegadas en ella. No queda nada de las notas de Ryan o de las caricaturas de Chase ni mucho menos de las chucherías de Tina.

—Tienes que entrar ahí Dessa y no moverte.

—¿Qué?, ¡no!, tengo que volver al gimnasio Ryan está allí y...

Otro ruido seco seguido de un grito resuena en los pasillos y una estúpida idea cruza mi mente.

—¿Eso son disparos?

Mi voz está estrangulada y es cuando por fin me atrevo a mirarme las manos. Tienen sangre, y mi cuello también, pero si yo estoy aquí, la sangre solo puede ser de...

—Dessa cielo, necesito que entres en la taquilla para cerrarte.

—¿Y tú?, ¿qué harás tu Ky?

—Me esconderé en otro sitio, ¿de acuerdo? Aquí no entramos las dos y... —otro disparo. Esta vez mas cerca —. Mierda se ha vuelto loco.

Redención #PGP2024Where stories live. Discover now