032

885 32 0
                                    

Nick

Cuatro horas más tarde estábamos en mi casa, no se sabía nada de Kai pero se había convertido en un hervidero de gente: había policías por todas partes y estaban instalando no sé qué tipo de aparatos para poder pinchar los teléfonos por si el que ...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




Cuatro horas más tarde estábamos en mi casa, no se sabía nada de Kai pero se había convertido en un hervidero de gente: había policías por todas partes y estaban instalando no sé qué tipo de aparatos para poder pinchar los teléfonos por si el que se la había llevado llamaba para ponerse en contacto con nosotros.

Papá pensaba que la habían secuestrado por dinero.

Ya había contado lo de la amenaza de Ronnie unas trescientas veces a diez policías distintos pero lo que ni yo ni nadie sabía era lo de las cartas de amenazas que habían encontrado en los cajones del escritorio de Kai. Pero aparte, Noah guardaba las otras dos que Kai aún no había visto.

Cuando comprendí que el que se la había llevado era su padre casi pierdo los papeles.

Estaba destrozado, no podía creer que todo eso estuviese ocurriendo. A Raffaella le habían tenido que dar un calmante cuando se enteró de lo ocurrido y ahora se hallaba en otra habitación con una amiga que intentaba calmarla. Mi padre no dejaba de hacer llamadas y de hablar con policías y con los agentes de secuestros, y yo no podía hacer otra cosa que fumar un cigarrillo tras otro mientras cientos de imágenes desastrosas desfilaban por mi mente.

No podía ni pensar en cómo estaría Kai. Ella suele ser muy asustadiza, lo he notado a lo lejos. En su mirada, se podría notar su temor y no sé qué le está pasando ahora mismo. Eso me estresa.

Me acerqué a Rafaella y William que estaban bastantes preocupados hablando y viendo la cámara del lugar donde se la habían llevado a Kai.

—Imposible. Sólo se ven sombras.—dijo Rafaella con su mano en el pecho.

—Ese es Ronnie. Reconocería la sombra de ese cabrón en un pozo.—exclamé con el ceño fruncido.

—¿Seguro?—preguntó la inspectora.— De acuerdo. Pediremos una orden de búsqueda.

—Gracias, inspectora.—dijeron a dúo Rafaella y papá. Rafaella después de decir eso se sentó y me miró molesta y preocupada.

—Lo siento.—exclamé mirando al piso.— Tenía que...

—Déjame, por favor. Fuera.

Empecé alejarme y papá me llamó mientras su rostro estaba con el ceño fruncido.

—Nicholas. Si Kai sale de este, no se te ocurra volver a tocarla. ¿No te das cuenta? Es menor. Y... las peleas, las carreras. Debí darme cuenta cuando faltaste a la gala. Me prometiste que todo eso había acabado. ¿De verdad eres mi hijo? Por que no te reconozco.

No dije nada y me alejé de él. Me sentía bastante mal por ella, todo había sido mi culpa. Y me odio por eso.

«Realmente me odio.»

«Siempre es mi culpa, ¿no?»

«Mierda, siempre lo es. ¿Verdad?»

«Pero ella me importa.»

«Realmente me importa.»


Vale, un poco corto. Lo siento, no tengo tanto tiempo! Agradezco las vistas! Y votos.

𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘶𝘻𝘢𝘥𝘰 / nick leister [1]Where stories live. Discover now