Sexto encuentro

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POV Antonio

Continué viviendo mi vida cómo generalmente lo hacía, solo que ahora el rostro de la chica morena invadía aún más mis pensamientos. ¿Desde cuando pienso tanto en ella? no lo sé y tampoco tengo ganas de averiguarlo. Pero cuando mis pensamientos divagan siempre termino pensando en ella. Sobre todo cuando me he percatado de lo cercana que es con Felipe.

 Sobre todo cuando me he percatado de lo cercana que es con Felipe

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No estoy celoso, me niego a creer en esa posibilidad. No puedo estar celoso de ellos. De cómo ella ríe con tantas ganas al lado de él. De cómo pueden conversar por muchísimo tiempo. Siempre juntos, como si el tiempo no les bastase para hablar de tonterías.

Ella ríe, con ese gesto tantas cosas cambian. Él comienza a molestarla, ella devuelve las bromas con simpatía, sarcasmo y ternura.

¿Solo son amigos? Los he visto abrazarse por largos ratos, consolarse, bromear. Lo he visto acariciar el rostro de ella con infinita ternura. Lo he visto escuchar sobre cómo Angélica quiere a este sujeto... Armando. Lo he visto hacerla reír cuando está triste. Lo he visto prestarle sus apuntes cuando ella se encuentra confundida en matemáticas.

No. Definitivamente Felipe debía sentirse atraído por ella.

Y el solo hecho de pensarlo me enfadó.

En eso el profesor de filosofía entra a la sala. Angélica detiene la charla con Felipe, dispuesta a poner atención a la clase. Es para una de las pocas cosas que es realmente buena. Todo lo que tiene que ver con letras la apasiona. ¿Qué hace en este curso? Deben gustarle mucho los desafíos.

El profesor comienza a hablar sobre la amistad entre hombre y mujer. Según él eso no existe, siempre hay sentimientos encontrados, ya sea en uno u otro.

—Prométeme que eso nunca nos pasará —susurró Angélica lo cual logra la risa de Felipe, y una mirada cómplice del profesor.

—Por eso siempre sospecho de ustedes —comenté sin tapujos.

¿De dónde demonios salió eso? Pero antes de cualquier comentario, Alejandra dice.

—Por eso yo también sospecho de ustedes —señalándome a mí y a una sorprendida Angélica.

La clase continúa. Quedé algo asombrado por el comentario de mi novia, pero ella me sonrió como de costumbre. Miré al frente esperando que Angélica dijera algo, pero ella se quedó callada.

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