#🪩› 𖦹 𝑻𝑯𝑬 𝑮𝑹𝑬𝑨𝑻 𝑾𝑨𝑹!
─ En un lugar de la neblina, tuve la sensación de que me habían traicionado.
─ Solo fue eso 𝙊𝙥𝙝𝙚𝙡𝙞𝙖, una sensación.
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Covers by: @Milxygirl
Luke Castellan x fem oc⭑!!
▬▭ Se prohíben copias
o/y adaptacion...
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❪𝖮𝖮𝟣❫𖥻 ꒰ 𝖣𝖾 𝗏𝗂𝖺𝗃𝖾 𝖺 𝖭𝗎𝖾𝗏𝖺 𝖸𝗈𝗋𝗄 ꒱▬▬▬▬▬▬▬▬▬
En las frías calles de Nueva York se encontraba Leonidas Blanchard, un padre y también a la vez madre de la pequeña niña de 9 años que se encontraba agarrada de la mano del mayor. Ophelia, la niña se balanceaba a mediados que iba avanzando, por cada paso que daba pisaba las hojas secas que yacían en el suelo.
Parecían ser los únicos que estaban fuera de casa. Solo habían pasado algunos días desde que escaparon de Francia, en busca de algo mejor para la niña. Un acogedor hogar y un entorno tranquilo. Eso buscaban, y su única solución era quedarse con los padres de Leonidas.
Aveces era necesario volver al lugar al que una vez llamaste hogar.
Las temperaturas eran muy bajas, hasta tal grado que ni lo que usaban servía para sobrevivir a tal frío.
Leonidas se sacó uno de los tres abrigos que tenían encima para ponerselo a Ophelia.
La más pequeña froto sus manos en su vestimenta intentando encontrar algo de calor, el abrigo de su padre había calmado un poco los escalofríos que había empezado a sentir por lo qué una ola de alivio y tranquilidad corrió por su cuerpo cuándo comprobó que ya no se congelaba. Pero su semblante de tranquilidad desapareció al ver cómo los dientes del mayor temblaban por el frío,su piel estaba helada, su mejillas Rojas y sus labios secos.
Ella sabía que su padre haría lo que sea por verla bien.Así eso signifique morir congelado y volver a aquel hogar el cual no quería recordar.
Pero la niña recordó algo lo cual la hizo sonreír dulcemente para después abrazar a su padre con sus pequeños brazos.
Su padre un día le dijo que existe más poder en un abrazo que en mil palabras.
El frío congelaba absolutamente todo. Pero nunca sus corazones..
Leonidas guardaba en lo profundo de su ser ese sentimiento de calidad que un abrazo brindaba.
Siempre creía en eso.
Y ahora su único motivo para seguir vivo era su hija; su pequeña Luciernaga.
El se agachó para cargar a su hija en brazos y darle un beso en la coronilla.
Nunca sabría cuando sería su último día juntos, el no sabía lo que el futuro les tenía preparado.
