✵𝑹𝒂𝒕𝒐𝒏𝒄𝒊𝒕𝒐 𝑰𝑰 +18

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- Graves... No te enojes solo que yo... Te respeto demasiado, te admiro... - murmuré con nervios viendo el frente del coche.

- Yo no te exigí, no te pedí respeto.

- Pero lo hago porque de cierta forma yo... - No termine mi oración y volteé hacia la ventana viendo la ciudad, nunca iba a cansarme de ver las luces tan lindas por la noche.

- ¿Te gusto?... Claro que te gusto, ¿a quien no le gustó? Sería estúpido, solo mirame... Soy el sueño americano. - escuche de él y solo rode mis ojos.

- Quiero ir a casa... Por favor... Dejame aquí.

- No... Esta noche la pasaremos juntos, nunca lo he hecho con un hombre así que-

- No quiero. - murmuré molesto sin desviar la vista de la ventana.

- Que pena... Pero tu cuerpo dice otra cosa. - sentí como su mano fue de la palanca a mi pierna, subiendo delicadamente hasta mi entrepierna. Tape lo boca callando un gemido.

- ¡No quiero! - Exclame molesto, vi como cambio de ruta, ya no estábamos yendo al centro ahora más bien nos alejabamos. Sus dedos apretaron mis muslos y solo agache mi cabeza dejando salir un suspiro.

Continuó haciendo círculos con sus dedos en mis piernas mientras sonreía al volante, a los minutos detuvo el coche y mire. Ya no estaban los grandes edificios ni las luces tan brillantes y llamativas.

- ¿Dónde... Dónde estamos? - murmuré con voz entrecortada llevando mi vista hasta él.

- Mi lugar favorito... Un pequeño bosque poco transitado fuera de la ciudad... Cuando era marine a veces solía escaparme sin importar el castigo y venía aquí, es tranquilo... Poco transitado y poco peligroso.- hablo suave y luego me miró.- Atrás... - escuche y no entendí, él rió por mi torpeza y señaló el asiento de atrás, me negué sin embargo al sentir como subía su mano rápidamente accedí.
Abrí la puerta con delicadeza y el sonido de grillos y el crujir de las hojas secas me hicieron sonreír.
Cuando me subí a la parte de atrás sentía que los nervios me estaban matando, solo quería irme... Quería salir de ahí lo más pronto posible.

- Estás muy tenso... Así no podremos hacer nada. - escuche y me estremecí. Mire a mi lado solo para ver como Graves cerraba la puerta, el sonar de los seguros me puso más nervioso y me fui a la esquina evitando lo inevitable.
Las manos de Phil fueron a mis rodillas para jalarlas y quede acostado en aquel asiento.
Mis pies estaban en sus hombros, cubrí mi cara para ocultar mi vergüenza esperando que todo fuera un sueño de muy buen gusto sin embargo no fue así.

- Para ser un soldado... Eres muy tímido. - dijo pasando sus dedos por el bulto en mis pantalones y solo solté un gemido suave. - C'mon... Say my name... - murmuró agachando su cuerpo un poco acercando su cara a mi muslo derecho, negué con mi cabeza pero al sentir una mordida obedecí.

- Graves... Por favor... Det-

- Ese no es mi nombre... - dijo mordiendo de nuevo en la zona, aunque el pantalón era un poco grueso... Sus colmillos se enterraban muy bien en mi pierna.

- P-Phil... - susurré rindiendome ante mis deseos, solo escuche un suspiro por parte de él, sentí como sus manos iban a mi abdomen subiendo mi playera hasta mis hombros. Sus dedos algo ásperos se pasearon por mi cintura hasta llegar a mis pezones, al sentir como apretó uno solté un gemido que callé con mis manos.

- Vaya... No bromeaban cuando decían que los hombres eran igual o más sensibles aquí que las mujeres. - dijo sonriendo de forma maliciosa.
Cerré mis ojos dejando salir mi aliento lentamente pero cuando sentí su lengua pasar por aquella zona no me contuve y apreté su cabeza, sus dientes apretaron fuertemente sacándome otro gemido, mis dedos acariciaron su nuca y jugaron con su cabello mientras él disfrutaba aquella parte de mi cuerpo. Pronto sentí como el calor iba subiendo, definitivamente me arrepentiría sin embargo lo valía, sí... Lo valía.

Phillip Graves/ headcanons y one shortsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora