Capítulo 1

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La batalla de Hogwarts culminó con la caída de Lord Voldemort para esta vez ya nunca más regresar. Muchas vidas se perdieron en aquella célebre ocasión, pero aunque las pérdidas fueron algo triste, nadie sintió el más mínimo remordimiento con tal del tan esperado resultado, los tiempos oscuros que habían sumido al mundo mágico y amenazado incluso a los simples muggles (ignorantes en todo momento del peligro que los acechó) había terminado en aquel lugar gracias a Harry Potter y todos los que le apoyaron. Después de eso comenzó la cacería de los mortifagos que habían conseguido sobrevivir a la batalla y que ahora se encontraban prófugos; después de todo la mayoría de ellos eran ratas que con tal de sobrevivir, seguros de que el mago al que seguían sería el triunfador, le habían besado los pies con tal de salir beneficiados cuando este obtuviera la victoria, y una vez derrotado no tuvieron más opción que huir como cucarachas espantadas por la luz. La familia Malfoy podría considerarse parte de estos, quienes habían sido tan leales a Voldemort (cuyo nombre ya no volvería a ser temido por nadie) no contaron con la suerte que habían tenido la primera vez que el sr. tenebroso había sido vencido, en esta ocasión su participación indudable sería castigada y a cambio de no terminar en azkaban como muchos de sus compañeros, no dudaron en traicionarlos con tal de salvarse a si mismos, haciendo un acuerdo con el ministerio y entregando a todo aquel que estuvo con entre las filas del mago tenebroso. Aun si consiguieron salvar como mínimo su libertad, naturalmente no saldrian impunes de esta solo con entregar a los otros, perdieron como parte del castigo gran parte de su riqueza familiar y con su nombre completamente manchado ante todo el mundo se podía decir que la familia Malfoy había caído en la ruina por sus propia culpa. La mayoría no sabía exactamente qué había sucedido con ellos después de eso, habían desaparecido del ojo público.

Por otra parte, para Harry Potter y sus amigos todo parecía ir viento en popa, como se esperaría que le pasara a aquellos que habían salvado el mundo. Harry se había unido a los aurores en la cacería por el resto de los mortifagos para acabar de una vez por todas con el mal que aún quedaba. Por un tiempo su vida pareció ir solo a mejor; se casó con Ginny Weasley, la que se volvió una jugadora de Quidditch profesional. Pero esta no era una historia de fantasía donde todos vivían felices por siempre al final, al menos no fue así al final, y aunque en un principio todo fue feliz como se esperaba no duró para siempre, la vida real no es de color de rosa. No podía compararse con el pasado que era un poco triste pero no todo habían sido éxitos de aquí en adelante para Potter aun si las cosas iban bien, también hubieron sus naturales fracasos. El feliz matrimonio terminó por disolverse no mucho después aunque en buenos términos, puede que por falta de comunicación, porque Potter no estuviera del todo seguro de cómo convivir como familia o con otras personas pues no había tenido demasiados buenos ejemplos de lo mismo, o porque la magia terminó después de que ambos se dejaron atrapar por sus ambiciones profesionales; lo importante a fin de cuentas es que Ginny, había decidido terminar con eso antes de que pasara a mayores; discutían de vez en cuando, cualquiera diría que era normal que los matrimonios pelearán pero estas no eran simples discusiones, no discutían por cosas simples que al final daban igual, su opinión diferia en cosas sumamente importantes y antes de que empezaran a ser peores las discusiones que terminarían por hacer que se odiaran mutuamente, era mejor terminarlo cuando aún era fácil acabar en buenos términos sin rencores, después de todo, si la magia se había acabado no más empezar era difícil creer que pudiera recuperarse por intentarlo un poco más y ninguno de los dos estaría dispuesto a ceder. Harry estuvo de acuerdo con ella, aunque claro que fue decepcionante y un poco triste, ella tenía razón al decir que era mejor evitar que fuera más doloroso a futuro, y si Ginny ya lo había decidido no iba a obligarla a quedarse puesto que estaba seguro que no podría hacerla cambiar de opinión.

Harry contó con sus amigos para enfrentar esta decepción. Ellos no estaban del lado de nadie, la verdad sería complicado si lo estuvieran puesto que aun sin estar casados cada uno era parte de la familia independientemente, Ginny siendo familia de sangre y Harry siendo más familia política (pero igual que un familiar consanguinio a nivel emocional), aunque era triste la verdad, había sido un acuerdo mutuo e hicieron lo mejor por ser imparciales. Ya que el ex  matrimonio terminó siendo simplemente amigos, fue bastante cómodo para la familia.

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