Boomerang [SpiderMagic]

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Los recuerdos de la última vez que había visto al pelinegro cayeron como balde de agua fría al ver como Roier tomaba sus maletas.

-Roier... ¿De verdad te vas a ir?

La mirada que le dedicó el contrario hizo que su pecho doliera más de lo que había dolido cuando comenzó todo.

-¿Qué crees? ¿Qué me quedaré aquí sabiendo lo que hiciste, Juan?

Las palabras lo golpearon ligeramente, lágrimas comenzaron a caer nuevamente de sus ojos.

Se trató de acercar ligeramente, viendo como el castaño apretaba sus maletas.

-Por favor... créeme, no sucedieron así las cosas...

Un gruñido salió de los labios del contrario mientras lo empujaba para alejarlo.

-¡Hay fotos, Juan! ¡Hay unas putas fotos donde se ve como besas al pendejo enfrente de todos tus amiguitos!

Lágrimas comenzaron a caer de Roier mientras gritaba nuevamente las cosas que había visto.

Su voz se quebró ligeramente.

-¡Tanto que me recalcabas que a ti te hicieron lo mismo! ¡Que yo no lo hiciera! ¡¿Y qué putas pasó?! ¡Lo hiciste tú, y te valió madres lo que yo sentía!

-N-no...

-¡¿No?! ¡¿No qué?! ¡Ya mandaste a la mierda la relación por tus inseguridades pensando que yo te engañaba! ¡¿Con qué putas te voy a engañar si yo te amaba cabrón?! ¡Eras mi vida entera y te valió verga!

Se limpió la cara con su manga, mientras comenzaba a sollozar otra vez.

Notó como Juan intentaba acercarse nuevamente.

Lo detuvo con su mano.

-¿Sabes qué? No diré nada más... ya lo hiciste, ya está, límpiate las lágrimas porque no puedes simplemente arreglar todo llorando y dando lástima después de cagarla y herirme.

El recuerdo nuevamente inundó su mente, la manija de la puerta sonó, dando señal de que Roier ya se iba.

Juan soltó un pequeño sollozo mientras tomaba su mano.

-Bonito... no me dejes, no ahora...

Roier alejó su mano de Juan, abriendo la puerta.

El corazón de Juan se apretó nuevamente al ver que no lo miraba ni siquiera a la cara.

-Aprende a querer a las personas y a confiar en ellas, o seguirás perdiendo a las personas que te aman... Adiós Juan.

La puerta fue cerrada, La habitación se llenó de soledad y recuerdos que ya no quería tener en su mente.

De pasado y presente, de personas totalmente diferentes, pero que las terminó perdiendo por igual.

Sus piernas cayeron junto a los sentimientos que comenzaron a dar vuelta en su pecho mientras sollozaba.

"-Deja de hacer eso, no puedes arreglar todo llorando o dando lástima, no puedes simplemente ser así, vete a la mierda"

Sus propias palabras dichas años atrás rondaban su mente, recuerdos del pelinegro llorando mientras le decía las cosas más hirientes que nunca pensó decirle a alguien que amaba.

¿Cómo iba a pensar, que después de herir tan feo a una persona, él sería el siguiente?

Tal como un boomerang, un boomerang que parecía tener una daga que lo había envenenado con su propio veneno, con sus propias palabras.

Las palabras que ahora cada recuerdo con Roier amargaban, como si a una foto vieja fuera manchada con pintura nueva.

Pintura nueva que no saldría fácilmente, que manchó junto a los sentimientos de Roier que también fueron olvidados esa noche donde sus inseguridades reinaron antes que sus pensamientos, antes que su amor por el lindo chico que había salido por esa puerta y ya no regresaría nunca.

Nunca, al fin y al cabo se había cumplido el tiro del boomerang ¿No?

Lo que tú tiras te regresa, y todo lo que había tirado le había regresado como un balde de agua fría.

Empapándolo en una noche de invierno solitario donde ni un café podría calentarlo.