Capítulo 4 ¿Confío en ti?

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DOLAN

Cuando Rox tomo del cabello a Selene, pensé que quizás esta vez sería su revancha y por un breve momento sentí la necesidad de detener esta absurda pelea.

Aquella necesidad se desvaneció cuando Selene lanzó un puñetazo contra Rox y se posicionó frente a ella con una mirada desafiante.

—Por un momento creí que Roxy la golpearía—dijo Oliver—pero parece que Selene está lista para dar batalla. ¿Las detenemos?

—Deja que Rox se encargue, debe aprender a defenderse sola.

Y sin más la batalla comenzó...Rox lanzando un golpe, Selene esquivándolo, Rox con un ojo morado y así.

—¡Joder! —dijo Oliver riendo—tu chica sí que sabe pelear.

—¿Pero ¿Qué dices? Si le acaban de dar un golpe.

—Me refería a Selene.

—¡No digas estupideces!

Pero la pelea no solo era entre ellas dos, eran los amigos de Selene contra el grupo de Rox.

Uno de los chicos de Rox fue empujado y golpeó sin querer a un espectador que enfurecido porque su bebida había terminado en su pantalón...devolvió el golpe, otro desconocido se hizo presente y golpeó al espectador y así sucesivamente hasta que en un abrir y cerrar de ojos la pelea era entre toda la maldita discoteca.

—¡¿qué acaba de pasar aquí, Dolan?! ¡esto ya se salió de control!

—¡Carajo! ¡vamos por Rox y salga...

—¡LA POLICIA ESTÁ AQUÍ! —se escuchó un grito.

Y fue ahí cuando se desató el verdadero infierno, porque todos comenzaron a correr y Rox ya había desaparecido.

—¡HORA DE CORRER HERMANO! —gritó Oliver antes de desaparecer entre la multitud.

Iba a correr, pero inconscientemente mis ojos buscaron a Selene quien se encontraba en una esquina observando a su alrededor.

No podía visualizar a ninguno de sus amigos y si se quedaba más tiempo, sería atrapada por la policía.

<No es mi problema, que se cuide sola>

Me eché a correr, pero a medio camino me detuve. No podía dejarla ahí.

< ¡No puede ser!>

Di la vuela y corrí hacia ella quien estaba a punto de correr. Tomé su brazo y asustada me miró por encima del hombro.

—¡Ven conmigo! —solté sin más—¡Conozco otra salida!

Sus ojos marrones me miraron confusos por algunos segundos hasta que finalmente entendió la situación en la que nos encontrábamos y cedió.

Tomé suavemente su muñeca y nos introduje por un pasillo estrecho que se encontraba detrás de la barra, que supongo que es utilizada por los camareros para meter y sacar mercadería.

Y es que había venido a esta disco tantas veces que conocía todos sus "pasadizos secretos".

—¡Espera! —de repente habló soltándose de mi agarre— ¿A dónde me estás llevando?

—A la salida.

—Este lugar está muy oscuro—pronunció con miedo.

—Te dije que conocía otra forma de salir, era esta o pasar por medio de los policías...tú eliges.

—¿Cómo sé que no me estás llevando a una trampa?

—¡¿Es enserio?! ¡Bien pude haber huido, agradece que te estoy ayudando!

AMBIVALENTESWhere stories live. Discover now