FATUI's ||Kazuscara||

C3: Maple Monogatari

[Atención! Spoiler del arco de Sumeru!]
Traté de narrar lo mejor posible parte de la misión.
(Recuerden que sigue siendo un Au, por ende no está ligado a la historia original pero sí contiene partes de esta.)

En las profundidades de la Academia de Sumeru, Dottore, maestro manipulador y mente maestra detrás de escena, trazó meticulosamente un intrincado plan para orquestar el ascenso de Scaramouche a la divinidad. Aprovechando sus vastos conocimientos y su influencia dentro de la academia, Dottore ejecutó un conjunto de maniobras que dejaron a los habitantes de Sumeru encerrados en una situación desesperada, buscando desesperadamente una nueva deidad para guiarlos.

Los sabios de la Academia, sin estar completamente conscientes de los verdaderos designios de Dottore, se vieron envueltos en la urgencia de encontrar una solución. Con la astuta ayuda de Dottore, comenzaron los rituales y experimentos para elevar a Scaramouche a un estado divino, sin comprender del todo las verdaderas intenciones detrás de su maquiavélico plan.

Mientras tanto, Scaramouche, la marioneta con apariencia humana, se encontraba desconcertado y perdido. Siguiendo las órdenes de Dottore, quien buscaba desentrañar los secretos de su funcionamiento, Scaramouche se vio sometido a experimentos y pruebas, con el objetivo de convertirlo en una deidad. En medio de esta confusión, Scaramouche no podía apartar de su mente a Kazuha, preguntándose si aún lo esperaba o si alguna vez había llegado a Sumeru en su búsqueda.

La maquinación de Dottore tejía un entramado complejo, donde los hilos del destino se entrelazaban con los anhelos personales y los oscuros planes de poder. En medio de la incertidumbre y la manipulación, el destino de Scaramouche y la situación en Sumeru pendían de un hilo, esperando ser desentrañados por las fuerzas en juego.

--M-mierda.

Trató de recuperarse, respiraba erráticamente y su mirada no se desviaba de los individuos que lo habían lastimado.

Buer, aquella mujer estaba mirándolo y junto a ella se encontraba aquel viajero que derrotó en Inazuma.

Su respiración seguía acelerada mientras veía a Buer. Pronto la mano de la pequeña individua se extendió y con ello la gnosis electro brilló.

Sintió el terror invadir su sistema, eso no podía estar pasando, no le podían quitar lo que le pertenecía.

--¡Detente!--En un intento desesperado se estiró para tratar de alcanzar su preciada gnosis, los cables de su espalda imposibilitaban la manera de alcanzarlo así que haciendo un sobreesfuerzo siguió tirándose para adelante, aún si eso conllevará a lastimarse.--¡No te la lleves, es mía!--Su voz poco a poco se volvía más quebradiza no quería llorar ni mucho menos romperse en mil pedazos.--¡Te juro que nunca más voy a volver!--Un intento desesperado y cuando creyó que alcanzaría la gnosis, todo se volvió oscuro mientras caía.

Una capa de humo se alzó, Aether y Nahida observaron atentos para asegurarse que la marioneta ya no se movería. Pero grata fue la sorpresa al ver al mismo en brazos de una figura conocida.

--¡¿K-Kazuha?!--Paimon gritó mientras Aether no daba crédito a lo que veía.

--¿Es amigo suyo?--Preguntó Nahida hacia el viajero quien solo tragó su propia saliva para así tratar de que el nudo en su garganta lo haga hablar.

--Sí, pero...

--Ese no es el Kazuha que conocemos...

Lo vieron ahí parado mientras cargaba a Scaramouche. Su mirada carmesí se denotaba preocupada mientras inspeccionaba al índigo.

--Scara, perdoname por no haber llegado antes.--Soltó el albino mientras avanzaba con su cuerpo en brazos.--Volvamos a casa. Pero antes....

Los presentes se mantuvieron alerta cuando vieron al albino dejar al índigo en el suelo, con una delicadeza extrema. El de mecha roja sacó su espada y recitó lo siguiente:

--Me llevaré la gnosis electro con nosotros.

--¿Qué cosas dices, Kazuha?--Aether tomó valentía y habló.--¿Acaso estás-

--Me conoces como Kazuha. Permíteme presentarme de nuevo.--Avanzó a paso lento hasta estar a escasos metros de la arconte y Aether.--Mi nombre es Kaedehara Kazuha, conocido como El Samurai Errante. El número cero de los Fautis. Y la gnosis electro se viene conmigo.

Una ráfaga de viento azotó el lugar, se vieron obligados a cerrar los ojos y al momento de abrirlos ya no estaban.

Ni Kazuha, ni Scaramouche.

Mucho menos la gnosis electro.