II.

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Eran las siete de la mañana de un viernes. La semana había sido bastante problemática para Katsuki, porque por más que intentaba, no podía acercarse como quería a Kenta.

Recapitulando sus intentos fallidos por pasar un día con el vampirito, serían un total de tres. La primera vez era en una hora libre, se acercaría con la excusa de querer comentarle las actualizaciones de un videojuego que jugaban en común, pero no fue más que ignorado pues Kenta estaba más centrado en lo que hablaba con Akashi que en lo que él tenía por decir.

Al día siguiente, estuvo como loco buscándolo en cada receso con tal de compartir aunque sea esos descansos, pero no lo encontró. Nadie sabía dónde estaba él, y pues tampoco era el único perdido de la clase. Denki llevaba todo el rato buscando a la chica de sus sueños que casualmente se encontraba desaparecida. En todos los recesos del día, Kenta y Akashi desaparecían.

Su último intento fue un poco más caótico, pues desde la mañana que no dejaba de seguirlo por toda la institución, si se iba a desaparecer, sabría dónde y con quién.

— ¿A quién estamos buscando, Bakugo? —Denki preguntó a sus espaldas, siendo el encargado de llevar los snacks que comerían ambos durante la hora de la comida.

— A Kenta y a Akashi. —Respondió en un murmullo, Denki en ese momento se puso alerta.

— Sinceramente nunca creí encontrarte en este estado. —Ahora era Kirishima quien se unía, dándoles el susto de su vida a ambos chicos.

Pero no era un estorbo, entre tres buscarían mejor. Lo que hace el amor...

Iban buscando rápidamente por toda la parte interna del edificio, viendo entre salones vacíos y áreas comunes. No habían señales de ellos, ¿por qué se desaparecen? ¿Qué están ocultando? Su amistad había comenzado a ser cercana muy de repente, solo hablan en susurros y secretos, se ríen, son muy acaramelados, incluso los compañeros de clase ya los estaban emparejando.

Para Kaminari sería muy doloroso saber que la chica que tanto le gusta y que le habla sin problema esté con otro chico; para Bakugo sería extraño el haberse fijado en un chico, y saber que nunca tendría oportunidad por los gustos que él tiene.

Kirishima afortunadamente no tiene a alguien en la mira.

Salieron del edificio, tendrían que buscar por fuera si es que querían resultados. No podían estar lejos, las clases estaban por iniciar en unos minutos.

—Huele a tabaco. —Kirishima fue el primero en notar ese olor, alertando los otros dos.

Pocos en el salón de clases sabían que Kenta fumaba, Katsuki era uno de ellos. Como sus habitaciones estaban juntas, siempre el olor a tabaco a horas específicas se filtraba por su balcón. Odiaba ese olor, le incomodaba muchísimo y por más que le pedía a Kenta que dejara ese vicio, el chico no lo hacía. Con su olfato fueron buscando de dónde venía ese olor tan fuerte, topándose con la sorpresa de verlos platicando a la lejanía.

Kenta estaba fumando, tenía puesto el uniforme deportivo y Akashi estaba sin su chaqueta y con una blusa alternativa al uniforme cotidiano, seguramente era para que el olor al tabaco no quede impregnado en su ropa y los profesores los regañen.

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Jardín de Bengalas | BNHA x OcWhere stories live. Discover now