Capitulo 5 - ¿Se Apuntan?.

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Terminó de comprar el boleto y bajó a hacer el almuerzo, no era la mejor en la cocina pero si se defendía mucho, lo que le quedaba mejor era la lasaña pero decidió irse por algo más saludable e hizo pollo con una salsa de champiñones; ya era hora de almuerzo y solo estaba esperando a que Mariano y Regina llegaran.


- Buenas, buenas - deja su maletín por ahí

- Hola, ¿Cómo te fue?

- Algo bien, logré conseguir una sociedad con un nightclub muy famoso

- ¿Y eso?

- Sigo encargandome de la distribución de los productos

- Pensé que Rodrigo te había echado

- No se atreve, sabe que soy el mejor en lo que hago, aunque joda cuando puede

- Rodrigo siempre me va a caer en la punta del hígado

- Desde que intento besarte - ríe - tremendo cachetadon el que le diste

- Se lo merecía - da de hombros

- Cierto, ¿Que hiciste de comer?

- Pollo en salsa de champiñones

- Vaya - niega - una es dieta de pastas y la otra dieta de pollo

- Te callas y vas a comer - advierte - no cocine de gusto

- Ya, está bien - ríe

- ¿Será que Regina ya viene en camino?

- No lo sé, ¿Por qué tan ansiosa?

- Quiero hablar con ustedes

- Entiendo, ¿De qué?

- Calma piojo - ríe - cuando venga mi hermana les digo

- Está bien


Ese "está bien", fue más falso que un político dando sus discursos ante el pueblo, siguió insistiendo pero Altagracia no cedió, hasta que Regina cruzó la puerta de la cocina y la encontró al borde de la desesperación con Mariano agitandola por el brazo, insistiendo que le dijera.


- Oye, quiero mi brazo vivo - sigue preparando el jugo

- Ya dime

- ¿Qué le pasa a don intensidad?

- Regina - va a su encuentro - quiere que le diga la sorpresa que les tengo

- ¿Sorpresa?

- Si, llama a Isa - vuelve a exprimir las naranjas - el almuerzo ya está listo y quiero darles la noticia, antes de quedarme sin brazo

- Mariano, vamos - le hace una seña - ya deja el brazo de mi hermana

- Voy - dice sin ganas


Terminó de hacer el jugo y ya todo estaba listo, Isabela ya estaba abajo y la mesa ya estaba servida, se sentaron a comer y como a Mariano ya estaba por darle un ataque de ansiedad, decidió darles las sorpresa.


- Bueno - toma de su jugo

- Habla de una vez

- Tío, se va ahogar - ríe - déjala respirar oye

- La sorpresa es que - se levanta del lugar - denme un minuto


Estaba planeado todo para fastidiar a Mariano, sabía lo impaciente que era, así que se dilató más tiempo buscando lo que tenía que llevarles.


- Hasta que vuelves - se queja - casi acabo mi comida

- Eso es bueno - ríe tomando asiento

- ¿Qué traes en la mano? - indaga Regina

Amores Bajo La Mesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora