Una historia en donde Olivia y Charles quieren tener un hijo pero desafortunadamente no es posible.
Ambos acuden a la adopción, quieren darle un hogar a un niño pero no será fácil, enfrentarán problemas, situaciones difíciles pero lo harán juntos.
¿...
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—¿Iron Man o Spider-Man?
—La que más te guste hijo, tú la usarás aunque pueden ser las dos — le respondió su padre —¿No te gustaría una de Ferrari? — le sonrió mostrando sus hoyuelos.
Harry rascó su cabeza con su mano.
—Si papá pero estas también me gustan.
—Pero una de Ferrari con mi número sería excelente — movió sus manos —Junto con una lonchera y que en grande tenga el número dieciséis, es más, pediré una para tu madre y para mi también.
Las empleadas se rieron y el rubio se subió a un sofá para tratar de quedar a la altura de Charles.
—Ya tengo playeras tuyas, cómprame estas mochilas y luego podemos negociar las otras.
—¿Negociar?
—Ajá, mamá siempre te dice así cuando no quiere hacer algo.
Leclerc iba a asentir y se dió cuenta de lo que su hijo quería darle a entender así que solo lo miró con sus ojos entrecerrados y le pasó las mochilas a la empleada junto con las loncheras. El menor se subió a la espalda de su papá para llegar hasta donde estaban los zapatos, lo dejó en el sofá y las chicas llevaron zapatos escolares y tenis.
—¿Cuáles te gustan?
—Esos — señaló un par de tenis—¿A ti te gustan, papá?
—Si, tienes un buen gusto — lo miró —Te los voy a poner para que camines un poco y nos aseguremos de que sean cómodos, porque los usarás casi todos los días por algunas horas.
Asintió rápidamente y se quitó sus tenis para que el mayor le pusiera los nuevos ante la mirada de las empleadas quienes sonreían y murmuraban entre ellas al ver el piloto de Ferrari de compras con su hijo. Lo bajó para que caminara un poco y se los viera en el espejo que había en el suelo.
—¿Son cómodos?
—Si, muy cómodos — respondió —Me gustan y mira, tienen rayas blancas ¡como los tuyos!
Charles se rió y miró sus tenis.
—Cierto, ahora vamos a combinar.
Ambos chocaron manos y se acercó en donde habían más pares para llevárselos a su hijo y así poder escoger los demás.
Ese día había sido solo compras de padre e hijo, Olivia tenía una reunión muy importante así que fueron ellos solos, a Charles le agradó esa idea porque pasaría más tiempo con él y poder conocer más cosas. Lo agarró de la mano para caminar hasta la caja en donde pagaría, sacó su tarjeta y se la dió a la cajera quien la recibió gustosa.
Le dieron sus bolsas y salieron de la tienda para recorrer gran parte del centro comercial, a lo lejos vió una jugueteria y se soltó del piloto para correr hasta ahí parándose frente al enorme cristal en donde había un traje de Iron Man.