3. Hogar.

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Aunque la noche se anuncia como larga pesada e incómodo al caer, lo cierto es que después de ese beso, de esa pregunta... las horas se habían ido demasiado rápido.

"Yo no sé de lo que hablas", responde Cole, cuando lo suelta y por algún motivo es incapaz de sostenerle la vista, y de algún lado, Jay entonces se siente... herido, de algún lado en alguna parte suya que desconoce, brota una sensación resignada de tristeza, de vergüenza.

No dice nada.

Y el resto de la noche, si intentó decir algo, Cole era una roca.

Al final, en unas cuantas horas se duerme, intermitente e intranquilo, y despierta con la primera luz del alba, que en el templo es rosa y aquí apenas es gris, es así como Cole le da una mirada, una que un movimiento en sus labios delata con alguna declaración contenida, y termina siendo simplemente una sonrisa cómplice, resignada "Ya debes irte". Jay sólo lo mira en silencio por unos segundos, luego suspira, luego asiente.

Salen de la casa y bajan las escaleras, en silencio.



Cole va firme, ajeno a las dudas o los pensamientos de Jay, al menos eso parece, como si la noche en vela apenas significase nada, y la certeza de que esta sería probablemente la última vez que se verán no tuviese un solo efecto en él, Jay se siente... traicionado, hasta cierto punto, porque la idea para él es desesperante, pero en todo el camino y en toda la noche aunque busco, no encontró nada, un motivo ni una palabra que pudiese cambiar el curso de las cosas.

Alrededor apenas ve gris, casas de madera torcida y naturaleza inerte, ¿era esto mejor que vivir en el templo? No, no es tan tonto para creer que las cosas son tan simples...

—Cole...—dice, mirando su espalda.

"¿Uhm?" Murmura descuidadamente, ante eso Jay de repente se siente algo traicionado por los nervios.

—Si esto es todo—empieza a hablar bajo, hace una pausa, por el pequeño apretujón en su pecho, se aclara la garganta—, ¿al menos puedo preguntarte una cosa?

El paso constante no se inmuta, Jay entonces se siente un poco más vulnerable y aunque eso no le gusta, mayores son las expectativas en la respuesta.

—Es justo.

No hay más respuestas sarcásticas o juegos de palabras, significaba lo que significaba, por primera vez desde que se habían conocido.

—¿Por qué intentaste robar el pergamino?

Esta vez, el paso se turba, se detiene lentamente, aun sin voltear hace una pequeña pausa y luego avanza, con cautela, Jay le sigue desde atrás.

—Tú... me preguntaste porque vivía aquí.

—Si...

Se adelanta, decidiendo que es hora de caminar a su lado.

—Mi madre, quizá hayas escuchado hablar de ella, su nombre era Lily.

Entonces Jay abre un poco los ojos, eso... ¿era...? ¿Era la misma persona de la que estaba hablando?

Mirando su perfil, su vista parece perdida.

—Yo... creo que si.

Esta vez sonríe, de una forma indescifrable, como si solo pronunciar su nombre hiriese tan profundamente, es sutil como casi todas sus expresiones, pero Jay alcanza a notar ese breve segundo de fragilidad.

—Quizá la historia que escuchaste sea la versión oficial, de la comandante que mandó a morir a sus tropas y luego se alzó contra el emperador... que fue acusada de traición y condenada a muerte.

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⏰ Last updated: Mar 09 ⏰

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Un Fantasma Vino a Verme. [Bruise/Jole] Ninjago.Where stories live. Discover now